Clientes de hotel italiano quedan sepultados por un alud

Los huéspedes del Hotel Rigopiano de la localidad italiana de Farindola, sepultado este miércoles por un alud, habían estado esperando horas a un quitanieves que les abriese el camino para poder marcharse.

Así lo dijo Quintino Marcella, propietario del restaurante donde trabaja Gampiero Parete, uno de los dos únicos supervivientes hasta ahora de la avalancha, y quien recibió la llamada pidiendo auxilio.

Parete y Fabio Salzetta se encontraban fuera del hotel durante el suceso y pudieron refugiarse en un coche y advertir de lo sucedido.

Marcella explicó este jueves a varios medios de comunicación que su empleado le dijo que los huéspedes habían pedido abandonar el Rigopiano ante las adversas condiciones meteorológicas con intensas nevadas que caían desde hacía días y por las que se habían acumulado entre dos y tres metros de nieve.

Los huéspedes habían pedido abandonar el establecimiento ante las adversas condiciones meteorológicas

«El quitanieves tendría que haber llegado a las 15.00 horas, pero al final fue retrasado a las 19.00 horas. Habían preparado las maletas y estaban todos esperando para dejar el hotel «, afirmó Marcella. El propietario del restaurante también denunció que después de varias llamadas consiguió hablar con una responsable de la Delegación de Gobierno.

Esta le contestó que «ella había llamado hacía dos horas al hotel y que todo estaba bien» y le costó convencerla de que había pasado algo grave.

Solo a las 20.00 horas, denunció, se puso en marcha todo el dispositivo de rescate.

Marcella continuó comunicándose a través de Whastapp con el cocinero de su restaurante que le decía: «Están todos muertos. He perdido todo».

La avalancha de nieve se produjo previsiblemente debido a los movimientos de tierra provocados por la intensa actividad sísmica de este miércoles, con cuatro terremotos cuya magnitud fue superior a 5.

Según el subsecretario de la región de Abruzos y responsable de Protección Civil, Mario Mazzoca, unas 35 personas se encontraban en el hotel Rigopiano de Frindola (centro de Italia) en el momento en el que fue sepultado por un alud, entre ellos cuatro menores de edad.

«Las personas registradas oficialmente por la Jefatura de Policía son menos, 22, además de siete trabajadores. Sin embargo es verosímil que hubiera invitados, por lo que el número debería ser ese», dijo Mazzoca en declaraciones recogidas por los medios, entre ellos el diario italiano Corriere della Sera.

Los equipos de rescate continúan excavando en el hotel, buscando a los desaparecidos, pero conscientes de que trabajan en condiciones «dificilísimas».

Los socorristas excavan entre las montañas de nieve que sepultan al que hasta ayer era un afamado cuatro estrellas, que el pasado fin de semana alojaba a cerca de 200 personas en una zona de gran actividad sísmicas y especialmnente golpeada en los últimos meses por los terremotos registrados en la zona.

Es más, el responsable del cuerpo de Carabineros Vincenzo Romeo ha explicado este jueves que es poco probable hallar supervivientes en el hotel italiano sepultado por un alud porque, tras quince minutos bajo la nieve, aumentan las posibilidades de «morir por asfixia o hipotermia».

«Los primeros quince minutos es posible salir con vida en el 90 % de las veces, después se reducen las opciones y aumentan notablemente las posibilidades de morir por asfixia o hipotermia bajo la nieve», dijo Romeo, teniente coronel del servicio de meteorología, en declaraciones a la cadena pública italiana Rai.