Uno de los cazadores más experimentados de Sudáfrica, Theunis Botha, murió después de que un elefante le cayera encima.
Theunis de 51 años dirigía una expedición en tierras estatales de Zimbabue, cerca del área nacional y protegida de Hwange. Botha y su grupo se toparon inesperadamente con una manada de elefantes, por lo que el cazador disparó contra las crías de la manada, desatando la furia de una hembra. Ésta lo levantó con su trompa, mientras otro de los cazadores le disparó a la elefante adulto que aplastó y causó heridas mortales a Botha.
Simukai Nyasha, portavoz de Parques y Vida Silvestre de Zimbabue dijo que el incidente se dio en un predio cercano al Parque Nacional el pasado viernes.
Marike Botha, la hija mayor del cazador, confirmó a los medios de comunicación la muerte de su padre después del incidente, sin proporcionar mayores detalles.
El cazador sudafricano era padre de cinco hijos y vivía en la provincia de Limpopo, al noreste de Sudáfrica. Era considerado uno de los mejores cazadores del mundo, su empresa, Theunis Botha Big Game Safaris and Hounds, a través de su página web, lo describe como un hombre que revolucionó el “deporte” de la caza en África gracias a perros rastreadores, además de ofrecer safari tours de una manera ”profesional y apasionante”.
Botha viajaba continuamente a Estados Unidos para buscar clientes potencialmente ricos y ofrecerles un curso de cacería de leopardos y leones, así como un safari tour que formaba parte de un club exclusivo.
Cazadores de todo el mundo expresaron sus condolencias por el deceso del ”Houndsman de clase mundial” (como era conocido en el ámbito) después de que su esposa publicara en Facebook el incidente. A su vez, organizaciones y colectivos en contra de la caza legal, se expresaron con respecto a la muerte de Botha en redes sociales.
La compañía Kuronda Safaris de Zimbabue (colaboradora de Botha) le rindió tributo, lo calificó como ”un tipo fantástico y con gran sentido del humor”. Según la prensa sudafricana, Botha era amigo del cazador Scott Ven Zyl, quien desapareció hace un par de meses en las orillas del río Limpopo donde sus restos fueron hallados y confirmados por medio de una prueba de ADN en el interior de un cocodrilo un mes después de su desaparición.
