En Opinión: «La Fuerza Popular» por Sócrates Campos Lemus

 
¡QUE CONSTE,… LOS OLVIDADOS!
POR SÓCRATES A. CAMPOS LEMUS.
         Este artículo, en realidad, lo estoy escribiendo el sábado 23 de septiembre. Estaba consultando la información en la computadora cuando empezó a sonar la alarma sísmica, me levanté a despertar a mi hijo y a tomar llaves y bajar lo más rápido posible los cuatro pisos cargando la andadera, cada grada se me hacía interminable y el tiempo me parecía cada  vez más justo. Al salir, mi hijo, estaba en la calle esperándome con la preocupación en el rostro, sin zapatos y temblando por el frío, de inmediato recibía la llamada de mi esposa que desde Oaxaca preguntaba cómo estábamos y sabía que ellas estaban bien. Mis otros hijos también y mis amigos, todos, asustados y todos preocupados, y es que las escenas repetidas por la televisión y el alarmismo que busca la nota como lo vimos en el “cuento de Frida”, solamente para tener amarrado a la gente al televisor, al final de cuentas, cuando se conoce la verdad, vemos declaraciones de algunas mujeres que llorando les mientan la madre a los medios que operaron esa farsa que hoy, quieren achacar a brigadistas anónimos y no a su constante manejo manipulador de la información. Un amigo me decía que con eso se derrumbaría la credibilidad de los noticieros y yo le decía que no, que nos preparáramos para ver otro capítulo de la “Rosa de Guadalupe”, porque negocios son negocios, y esos medios no son más que negocios y no servidores de la sociedad…
Creo que lo que se pretende es que la gente no vea las ventajas de la solidaridad y del trabajo en equipo de la sociedad y de que, al final de cuentas esa acción de fuerza social es mucho más valiosa que las acciones operadas por los burócratas del gobierno, y lo que no se quiere que se tome conciencia es de que podemos solos y no necesitamos a los llamados partidos ni a los burócratas y funcionarios que no saben operar como dirigentes, sino como burócratas insensibles y torpes, corruptos y sin credibilidad.
Ante ello, tenemos que reconocer que, cuando menos, ahora, la acción inmediata y la respuesta sencilla y práctica es la del presidente Peña Nieto y reconocer que en el caso de Oaxaca, esa fuerza de respuesta social también es operada por Alejandro Murat, en los demás estados, como Puebla, más preocupados por la grilla y los recursos de los huachicoleros y la política futurista, se quedaron rezagados, y en Morelos, la cosa es grave cuando vemos a un político que se supone tiene experiencia, estancado por sus ambiciones y sus niveles de corrupción y de sus ambiciones de enriquecimiento, en el Estado de México, vemos a un gobernador que más busca la foto que la operación y entrega, y así, sentimos cómo en Guerrero de convierte la acción en violencia contra la sociedad, al igual que en Michoacán, y en este camino vemos que los padrotes y lenones de Tlaxcala, siguen operando con total impunidad, y solamente en Oaxaca, se sigue luchando en contra de la corrupción de Gabino Cué y sus hampones, y se detienen a importantes corruptos de esa “administración”.
         Cuando hacemos un recuento de los miles de millones de pesos saqueados de las arcas estatales por varios gobernadores, podremos entender que con esos recursos se podrían enfrentar los apoyos para la reconstrucción de las zonas afectadas y contaríamos, además, con los recursos que son nuestros, y no nos donarán, los partidos políticos como pretenden hacernos creer, en fin, estas son grandes oportunidades para que Peña Nieto opere y actué en contra de los despojadores y corruptos que estuvieron en el espacio de su administración, incluyendo a los saqueadores del SEGURO POPULAR a los que protege con el cuento de los compromisos con los 
“empresarios”, cuando solamente son coyotes que viven de la carroña y del oportunismo político, tendríamos muchos recursos si se rescataran los desvíos de las empresas constructoras que han operado enormes fondos con el apoyo de los funcionarios de su administración, en fin, creo que si recogemos lo robado, tendríamos dinero para hacer frente a la emergencia nacional, y los mexicanos, sin duda, le brindaríamos confianza y credibilidad. Si lo opera y hace, con seguridad, su mandato podrá concluir con una adecuada calificación y no con el desprestigio y la desconfianza que hoy le muestran un enorme sector de los ciudadanos, a lo mejor, porque los medios no le hacen justicia o le exigen mayores recursos y lo “chantajean”, o simplemente, porque su comunicación y comunicadores deberían ser despedidos por ineficientes y corruptos.
         La solidaridad sin límites y los esfuerzos de la sociedad, de los mexicanos, es una fuerza de enorme valor y baste recordar los actos de entrega y de compromiso cuando se decretó la expropiación petrolera o cuando se hizo la expropiación por parte de Adolfo López Mateos, otros mexiquense con valor, de la industria eléctrica y así, cuando los gobernantes brindan confianza y recurren a los mexicanos, el país sale adelante con enorme vigor y confianza…cuando se gobierno con el criterio de servir y de que la soberanía, la paz y el nacionalismo está en la sociedad se pueden superar muchos problemas y crisis… Hay que servir a la sociedad no servirse de ella.