No tendré palomas mensajeras ni halcones, respetaré autonomía de Poderes: AMLO

  • López Obrador recibió el documento que le declara presidente electo y aseguró que el «el único que manda en este país, es el pueblo».

En sesión solemne del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), Andrés Manuel López Obrador recibió la constancia de mayoría de la elección de pasado 1 de julio y que lo convierte en el presidente electo para el periodo que va del 2018 al 2024, cargo que asumirá el próximo 1 de diciembre.

Acompañado de su familia, colaboradores cercanos y ante el pleno del Tribunal, López Obrador recibió el documento que le declara presidente electo.

Tras escuchar las palabras de la magistrada presidenta Janine Otálora, López Obrador, subió al podio y tomó la constancia de validez de la elección y ofreció un discurso.

Luego de recordar el natalicio en un día como hoy de Emiliano Zapata y la muerte de su amigo y periodista Jaime Avilés, recordó quienes ya no están para hacer realidad la transformación del país y el inicio de un cambio verdadero y dijo que deberán estar muy contentos en la gloria «porque el infierno no existe menos para la gente que lucha por la justicia».

«Rindo homenaje al pueblo de México por su evidente vocación democrática. Agradezco a los ciudadanos que depositaron en mi su confianza y reconozco la madurez política de quienes aceptaron los resultados electorales. No cabe duda de que vivimos momentos estelares, momentos verdaderamente históricos», indicó.

Recordó que muchas fueron las enseñanzas del pasado proceso electoral pero consideró que su saldo más importante fue la demostración de la elevada conciencia cívica y sólida dignidad republicana que han alcanzado los mexicanos.

Calificó como sorprendente y ejemplar lo acontecido el 1 de julio; «nuestra sociedad manifestó su entereza y su talento y así lo han reconocido otros pueblos, países y gobiernos del mundo, ahora nos corresponde asimilar correctamente los sentimientos expresados pro el pueblo al emitir el sufragio y ser ejecutores escrupulosos y fieles de ese mandato».

López Obrador consideró que la gente votó por un gobierno honrado y justo, en mi interpretación, la mayoría de los ciudadanos mexicanos están hartos de la prepotencia, del influyentismo, de la deshonestidad, de la ineficiencia y desean con toda el alma poner fin a la corrupción y a la impunidad.

«Millones de compatriotas aspiran a vivir en una sociedad mejor, sin la monstruosa desigualdad económica y social que padecemos. Ha sido muy satisfactorio constatar que incluso los sectores de clase media y no pocos de los más acaudalados manifestaran, con su voto, el deseo de mejorar la situación del prójimo y su acuerdo en el principio de que el gobierno ha de representar a todos pero que debe dar preferencia a los olvidados y a los más pobres de México».

Dijo que otro de los mandatos de la mayoría es evitar la violencia atendiendo las causas que la originan y reformular la política de seguridad, que se concentra casi exclusivamente en el uso de la fuerza a fin de construir la reconciliación nacional en el bienestar y en la justicia.

Aseguró que entre las muchas lecciones del 1 de julio pasado destacó el mensaje enviado a la clase política «la gente votó para que exista en México un verdadero Estado de derecho el pueblo quiere legalidad no la simulación que en la aplicación de la ley ha existido desde el Porfiriato. Los mexicanos votaron también para que se ponga fin a las imposiciones y a los fraudes electorales, quieren castigo por igual para políticos corruptos y delincuentes comunes o de cuello blanco y que los encargados de impartir justicia no actúen por consigna».

Pidió a los jueces y magistrados sentirse libres para aplicar sin cortapizas ni servilismo de que al margen de la ley nada y por encima de la ley nadie.

En ese sentido lanzó el compromiso: «en mi carácter de titular del Ejecutivo federal actuaré con rectitud y con respeto a las potestades y soberanía de los otros poderes legalmente constituidos. Ofrezco a ustedes señoras, señores magistrados, así como al resto del Poder Judicial, a los legisladores y a todos los integrantes de las entidades autónomas del Estado que no habré de entrometerme de manera alguna en las resoluciones que únicamente a ustedes competen.

«En el nuevo gobierno, el presidente de la República no tendrá palomas mensajeras ni halcones amenazantes, ninguna autoridad encargada de impartir justicia sera objeto de presiones ni de peticiones ilegítimas cuando esté trabajando en el análisis o ejecución de sus dictámenes y habrá absoluto respeto por sus veredictos.

«El Ejecutivo no será más el poder de los poderes, ni buscará someter a otros poderes, cada quien actuará en el ámbito de su competencia y la suma de los trabajos respetuosos para fortalecer la República».

Pidió no olvidar que estos nuevos horizontes «se los debemos al pueblo soberano que está por encima de los mismos grupos o facciones por poderosos que sean o que parezcan. En la elección del 1 de julio quedó claro que así como el autoritarismo y la abyección envilecen y desprestigian a las instituciones la voluntad democrática de la ciudadanía puede renovarlas y fortalecerlas, por eso estamos viviendo un momento histórico.

«No desaprovechemos este momento de condiciones políticas inmejorables para llevar a cabo la cuarta transformación de la vida pública de México, el pueblo ha conquistado con energía y dignidad su derecho indiscutible y discutido de regir sus propios destinos y de ser gobierno.

«Contamos con amplias bases de legitimidad para hacer realidad el deseo colectivo de vivir en paz con justicia y libertad. Sólo me resta decir que siempre he actuado, guiado, por principios y soy perseverante, ninguna tentación me quitará la autenticidad o desviará mi camino en la búsqueda del humanismo y la fraternidad. Voy a cumplir todos los compromisos de campaña, no le voy a fallar a los ciudadanos y habré de ser fiel al interés, la voluntad y el bienestar del único que manda en este país; el pueblo de México»,