Maduro inicia nuevo gobierno en una Venezuela colapsada

  • La UE y el Grupo de Lima desconocieron la reelección del presidente en los comicios del pasado 20 de mayo

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, asume este jueves un segundo mandato de seis años, considerado ilegítimo por gran parte de la comunidad internacional, con un país en ruina y cada vez más aislado.

«Asumo con mayor responsabilidad y compromiso el nuevo periodo presidencial 2019-2025. ¡Venceremos!», escribió Maduro este jueves en Twitter antes de juramentarse ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), y no en el Congreso, único poder no oficialista.

La ceremonia está prevista para las 10:00 locales. Dos horas más tarde, la Organización de Estados Americanos (OEA) celebrará en Washington una sesión extraordinaria sobre la situación de Venezuela.

Sectores del oeste de Caracas amanecieron con una presencia inusual de militares, que también mantenían un fuerte resguardo en el centro, donde está el TSJ y se prevé una movilización de partidarios chavistas.

Algunos centros educativos suspendieron las clases.

La Unión Europea (UE), Estados Unidos y el Grupo de Lima -de 14 países-, desconocieron la reelección de Maduro en los comicios del pasado 20 de mayo, adelantados por la oficialista Asamblea Constituyente y boicoteados por la oposición, que los consideró un fraude.

La UE y el Grupo de Lima -excepto México- no enviarán representantes a la ceremonia, a la que acudirán los presidentes de Bolivia, Cuba, El Salvador y Nicaragua y delegados de otros países aliados como China, Rusia y Turquía.

Heredero político del fallecido líder socialista Hugo Chávez (1999-2013), el ex chofer de bus y exsindicalista de 56 años gobierna con mano fuerte tras haber sacado del juego a sus adversarios, con el control institucional y el apoyo de los militares, a quienes dio enorme poder económico.

Sin cambio en el horizonte

Su reelección provocó una seguidilla de sanciones de Estados Unidos y la UE contra el círculo de poder, y los analistas prevén mayor presión en momentos en los que se afianzan en América Latina gobiernos conservadores.

En la víspera de su investidura, el mandatario advirtió al Grupo de Lima que tomará medidas diplomáticas «enérgicas» si en 48 horas no rectificaba su posición sobre Venezuela.

Con el apoyo de Washington y la excepción de México, el Grupo de Lima -en el que ya debutó el gobierno del ultraderechista Jair Bolsonaro- emitió el 4 de enero una declaración en la que le pidió no tomar posesión y pasar el poder al Parlamento, lo que Maduro calificó de intento de golpe de Estado.

Previo a la investidura, el Legislativo, que celebró el comunicado del Grupo de Lima, lo declaró «usurpador», se proclamó como único poder legítimo y anunció que impulsará un «gobierno de transición».

«Si la Constituyente, para enfrentar el golpe de Estado, la sedición y la ilegalidad de la asamblea burguesa decidiera en algún momento adelantar las elecciones (de 2020) al Parlamento: ¡Amén!», amenazó Maduro.

Los expertos no ven cambios en el horizonte, con una oposición fracturada y disminuida, y una población frustrada y temerosa de movilizarse, que opta por abandonar el país.