El Gobierno mexicano reforzó en las últimas horas la vigilancia en los ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex) y ya son 5.800 efectivos de seguridad luchando contra el robo de combustible, anunció hoy la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
«Hoy incrementamos la cantidad de efectivos a 5.800 elementos y 14 aeronaves. Son Policía Federal, Ejército, Armada y Fuerza Aérea cubriendo estos 11 ductos», señaló el titular de la Sedena, Luis Cresencio.
En la conferencia de prensa matutina del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, Cresencio indicó que estos 11 ductos son los que abastecen a las principales refinerías, terminales de distribución y ciudades más grandes del país.
A su vez, el titular de la Secretaría de Marina (Semar), José Rafael Ojeda, añadió que se distribuyeron unos 800 miembros de seguridad a lo largo del ducto Tuxpan-Azcapotzalco, que da gasolina a la Ciudad de México y su zona metropolitana y ha padecido varios sabotajes en los últimos días.
El secretario de Seguridad y Protección Ciudadana del Gobierno de México, Alfonso Durazo, explicó que el plan para evitar el robo de hidrocarburos implica más vigilancia en ductos y la compra de unas 500 pipas (camiones cisterna) para el transporte de gasolinas.
El plan también requiere reforzar los programas sociales en comunidades aledañas a los ductos y, finalmente, la investigación judicial de cualquier caso a fin de «desmantelar la red de complicidades que ha protegido el robo de combustibles».
