En Opinión: “El Papa de los pobres”… Por Sócrates Campos Lemus

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¡QUE CONSTE,… SON REFLEXIONES!

“SIENDO PRESIDENTE DE México, Adolfo Ruiz Cortines, en el primer año de su mandato y en el cumpleaños de su esposa, María Izaguirre, le regalaron un Cadillac del año. Y él comentó: “Hace muchos años que ella cumple años y nunca se acordaron de ella, hasta que soy presidente. Pueden llevárselo, porque no puedo prometer nada a cambio del regalo”. El ejemplo de un hombre sincero y honesto.

Dentro de pocos días llegará al país en una visita oficial el Papa Francisco, un Papa revolucionario que dentro de la jerarquía de los jesuitas tienen un gran nivel, sobre todo cuando ha demostrado que es un verdadero aliado de los pobres. Sin duda, la iglesia católica, ha acumulado durante  más de dos milenios una enorme cultura y experiencia en las negociaciones de tal suerte que podríamos decir que es  no solamente una representante espiritual de la fe que contiene más dogmas y misterios, tal como lo explica Rafael Cardona, en su artículo del diario La Crónica de Hoy…”Y por otra parte, encarnación absoluta de un poder temporal con ramificaciones en la política, la educación, la salud y la obra social a lo largo y ancho del planeta”.

“Y la Santa Madre extiende sus actividades a otros campos, negocios, empresas inmobiliarias. Y en cada uno de sus pasos se advierte su dual condición. Por una parte la atención espiritual y por la otra el asiento firme en el mundo de los bienes temporales. Esa es su invencible circunstancia. Sin embargo, todo se asienta en la religiosidad, la cual está determinada por la creencia. Y en este sentido llama la atención el estudio presentado públicamente en días cercanos por el analista religioso Elio Masferrer, quien advierte una baja en la aceptación y apego a la religión católica, la cual a pesar de todo, sigue siendo (al menos socialmente) la más practicada en México”

La experiencia es importante en las relaciones diplomáticas y en los compromisos de un estado al otro. La relación política y social entre el estado Vaticano y el estado Mexicano es realmente de pocos años y seguida de una cruenta distancia operada incluso con una guerra cristera que dejó miles de muertes en el país y una herida enorme en muchas familias mexicanas. Recuerdo que en varias oportunidades en que platiqué con mi amigo Gerónimo Prigione, fui entendiendo la experiencia de la Iglesia, ya que en alguna ocasión me señala que después de la guerra cristera, la misma iglesia, más o menos se había tomado unos cincuenta años para volver a intentar el establecimiento de las relaciones diplomáticas y el reconocimiento del estado vaticano en el país. Los acercamientos vienen desde la época de Luis Echeverría, cuando “fuera al Vaticano a intentar que el Papa apoyara la Carta de los Derechos  y Deberes Económicos de los Estados”, después, se dice que, López Portillo, tuvo que aceptar los compromisos y permitir, con el pretexto de que madre lo solicitaba, la visita del Papa a México, para que en los tiempos de Carlos Salinas de Gortari se aceptara la reconciliación entre México y el Vaticano, situación que algunas fuerzas internas de la misma derecha pretendieron evitar con el sacrificio del Cardenal Posadas Ocampo, alegando que se le había asesinado porque llevaba una lista de las relaciones entre el narcotráfico y muchos de los políticos en México. En realidad, al parecer, la lista era de los bienes que tendrían que retornar a la iglesia muchos importantes personajes de la iniciativa privada y que optaron por no regresar, además de dar las explicaciones sobre la pulverización de las inversiones de miles de millones de dólares que se esfumaron cuando se realiza la expropiación bancaria y se convierten en nada.

Sin duda, las complejas relaciones no solamente pasan por los controles espirituales sino también por las relaciones económicas que generan acuerdos políticos y tienen que tener la representación en los acuerdos entre grupos y el mismo gobierno mexicano, para poder entender la gran trama de sus relaciones económicas que parten en la misma educación, la finanzas y en los negocios colaterales y directos que tienen en el país.

Recordemos que en la campaña electoral la Universidad Iberoamericana, dependiente de los jesuitas, alentaron aquel famoso escándalo que lastimó mucho a Peña Nieto y se formó aquel movimiento del 132. Hoy, llega a México un Papa jesuita, que con seguridad, digan lo que digan, apoyará las acciones y las demandas de sus compañeros en el país, y esto implica una intensa negociación entre los actores políticos con los representantes que se conozcan por parte de la iglesia y en especial por los grupos jesuitas que son grupos contrarios al poder político actual y cuentan con una información real de los graves problemas y conflictos sociales, políticos y económicos que se viven en México. El Papa Francisco, no puede dejar a un lado el ver y opinar sobre temas candentes que se viven en el país, pero también tendrá que mostrar su lado negociador y diplomático por lo cual se generarán muchas críticas en su contra desde el mismo centro de sus compañeros y simpatizantes en los grupos católicos controlados por los jesuitas, ya veremos si priva más el interés económico al interés social y a la lucha pro la igualdad y en favor de los pobres…faltan pocos días… muchas movilizaciones.