Proyectos se hacen en lo oscurito; la sociedad debe exigir consulta pública para que no se legalicen, dicen activistas
En los últimos 40 años, la superficie de manglar en la zona norte de Quintana Roo pasó de 3 mil 429 hectáreas a mil 569 hectá-reas, es decir, 55 por ciento menos, según informes de biólogos y ambientalistas de la entidad, que atribuyen la pérdida de la vegetación de ese tipo al desarrollo inmobiliario que dio pie a la creación de cuatro municipios.
Grandes extensiones de manglar se perdieron a partir de que surgieron los ayuntamientos de Benito Juárez (Cancún); Solidaridad (Playa del Carmen), Tulum y Puerto Morelos, y comunidades costeras como Akumal, Puerto Aventuras, Punta Allen y Sian Ka’an.
La reciente devastación por el proyecto inmobiliario, turístico y comercial de Malecón Tajamar «fue la gota que derramó el vaso», coinciden los especialistas. Consideran que es un fenómeno lógico en una costa que se desarrolla a la velocidad con la que se pobló Quintana Roo.
5º LUGAR MUNDIAL EN MANGLARES
México ocupa el quinto lugar a nivel mundial en extensión de manglares, y según Gonzalo Merediz Alonso, director de la asociación civil Amigos de Sian Ka’an, la entidad tiene 27 áreas naturales protegidas: 19 federales y ocho estatales que abarcan un millón 646 mil 232 hectáreas, equivalentes a más de la quinta parte de la superficie del estado.
El experto informó que el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda), el WWF (Fondo Mundial para la Naturaleza) y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) realizaron una observación en el norte de Quintana Roo que concluyó en 2013.
«Hicimos una comparación con imágenes de satélite de 1976, y vimos que en ese periodo, digamos que en la etapa previa al desarrollo (inmobiliario) de la zona, hasta 2011, había una disminución de alrededor de 55 por ciento de la superficie de manglar, y en el 45 por ciento restante también ha habido alta tasa de fragmentación», explicó.
Merediz Alonso recordó que en 1976, dos años después del arranque oficial del Centro Integralmente Planeado (CIP) de Cancún, había alrededor de 30 fragmentos de manglar (espacios en los que se esta fraccionando) en la región, y para 2011 ya había 167, debido a la proliferación de construcciones.
“Pasamos de 3 mil 429 hectáreas (de manglar) a mil 569 hectáreas…es un fenómeno lógico en una costa que se está desarrollando a la velocidad con lo que lo ha hecho Quintana Roo. Aquí la pregunta que debemos hacer como sociedad es cuánto más podemos darnos el lujo de transformar”, cuestionó.