El lunes, el subsecretario Roberto Campa y el comisionado general de la Policía Federal, Enrique Galindo, fueron los encargados de dar la noticia a las familias de los 5 jóvenes levantados en Tierra Blanca, Veracruz: “Nos vinieron a dar el informe sobre un octavo policía que ya declaró sobre el caso. Su declaración nos la leen, refiere todo cómo ocurre, paso por paso todo lo que sucede, al final lo trágico es que son asesinados, confiesa, e incinerados”.
Así lo cuenta Bernardo Benítez, padre de uno de los 5, quien desde el pasado 11 de enero, vive afuera del Ministerio Público.
Ese octavo policía -al igual que los otros 7 detenidos- no había declarado nada sobre el destino de los jóvenes. Por ello, la historia se cortaba en el momento en que los policías estatales dicen que los entregaron a un grupo criminal.
“Se ve tan acorralado el hombre que al final confiesa todo y da señales de cómo sucedieron los hechos”, refiere el padre.
“Él los entrega al grupo criminal y ve parte de la ejecución y luego se retira“, apunta.
-¿Usted les cree?
-No, nosotros como la autoridad nos dijo, para ellos esa no era una prueba contundente, que era sólo una declaración y como ello nos lo daban a conocer porque la defensa de él pudiera darlo a conocer, y por eso fue la urgencia de venir y comentárnoslos a nosotros, antes de que se filtrara a los medios, nosotros supiéramos de primera mano la declaración de este nuevo policía.
-¿Ellos le dijeron “antes de que se filtre a los medios”?
-Sí, porque ellos nos hacían el comentario que la defensa del policía iba a tener acceso a la declaración y era probable que para su defensa, pudieran pasarlo a los medios, diciendo que fue torturado o algo por el estilo. La autoridad nos comenta que prefirieron decirnos personalmente, leernos la declaración, antes de que en un momento dado pudiera salir a los medios.
-¿Quién leyó la declaración: Campa o Galindo?
-Galindo.
Bernardo Benítez deja claro: “No podemos creer hasta que haya más elementos que realmente prueben que la declaración de este hombre es verdadero”. Lo del octavo policía “lo tomamos como una declaración más, la investigación seguirá su curso”.
Hay que “seguir armando este rompecabezas y al final tener una certeza”, abunda.
A pesar de que es “muy doloroso cada paso que hemos vivido con la autoridad”, don Bernardo confía en “aguantar hasta el final”.
“Al final que todos caigan, aplicarles todo el peso de la ley, porque no somos los únicos”, sostiene.
En la conversación, revela que cuando menos 50 familias en Tierra Blanca “han venido a vernos, que tienen personas desaparecidas”. Es decir, más de 1 familia por día, mientras los padres han permanecido afuera del MP de Tierra Blanca.
Sobre las investigación, don Bernardo revela que han seguido encontrando restos humanos en el rancho El Limón, ubicado en el municipio de Tlalixcoyan, aproximadamente a 1 hora de Tierra Blanca. No refieren la cantidad de cuerpos sino que hay “cientos de restos” humanos, “veremos si corresponden a unas cuantas personas, o a cientos”.
“Todo el estado es una fosa, donde hay desaparecidos de toda índole, entre jóvenes, grandes, esto es un desastre”, denuncia. “No les va a quedar más que venir a ver el cochinero que tenemos”.
Ahora los padres esperan resultados de ADN, unos prometidos por el gobierno federal y, otros, por parte de los peritos argentinos. Los restos fueron recogidos en dicho rancho.
“Si todo esto que refiere este octavo policía es cierto, no vamos a descansar hasta no hacer justicia caiga quien caiga… aquí estamos y hasta que termine esta situación no vamos a parar”, concluye.
Don Bernardo sigue de pie. “El estado es una porquería”, lamenta.
51 días y contando.
