En Christchurch, Nueva Zelanda, un hombre armado irrumpió en un restaurante, cuyo dueño, aunque advierte su presencia, continúa atendiendo a su cliente.
Las imágenes del incidente, ocurrido a fines de mayo, muestran cómo el propietario, Said Ahmed, termina de preparar una orden y después se retira tranquilamente a la cocina para llamar a la policía, ante lo cual el asaltante se retira. «Le entregué su comida al cliente porque quería que se fuera y estuviera fuera de peligro», declaró Ahmed.
