En Opinión: «Llorar en vez de luchar» por Sócrates Campos Lemus

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 ¡QUE CONSTE,… SON REFLEXIONES!
POR SÓCRATES A. CAMPOS LEMUS
“NO PERMITAS QUE SE NUBLEN Y TERMINEN TUS SUEÑOS”
“GUÁRDATE DE LOS QUE TIENEN MENTALIDAD DE PORDIOSEROS Y ALMAS SERVILES, PUES DESTRUYEN IMPERIOS”
“EN LAS TURBULENCIAS SE GESTAN LOS TIRANOS” Taylor Caldwell
         Hay días terribles, unos de recuerdos borrosos y locos, terribles y horrorizantes, de miedo y de angustias. Hay otros de luz y de esperanzas, de cambios y calor y color y alegrías. En los países se dan de todos, no los controlamos los ciudadanos pero si los manipulan los hombres del poder y sus titiriteros. Uno de esos días que, por muchas razones, han marcado mi vida y la de mis seres queridos es el DOS DE OCTUBRE y no hay forma de olvidarle; hoy, por razones de trabajo y de organización escribo esta columna el día tres de octubre, después de muchos acontecimientos y de muchos recuerdos y agonías, de dolores y alegrías, de oraciones y meditaciones y de pronto me doy cuenta de que todo el teatro montado para pacificar Colombia, no resultó y se cae, algunos dicen que porque la sociedad colombiana está curtida de dolor y de tragedias, que no le importa la muerte porque la ha vivido tanto y tantas veces en todos los días que, al igual que la sociedad mexicana, se ha curtido y no le interesa más que el sobrevivir el día con día. Así que si los poderosos quieren cambiar de tema y encontrar caminos nuevos para dar salida a sus negocios en la guerra, porque todos los negocios de la guerra son basados en la muerte y en el asesinato, el dolor y la tragedia, pues que lo hagan. Los negocios de las drogas también son basados en la muerte y en las tragedias además de la violencia y la sangre corre no solamente por las venas infectadas y los cuerpos maltratados y destruidos por ese momento que dan las drogas y alientan los hombres del poder para acumular mayores riquezas y controlar sociedades enteras. Así que a nadie le interesa lo que pase para el futuro porque, simplemente, no hay razón para entender el presente entre los ríos de sangre y el escuchar los llantos y los traqueteos de las armas y los ruidos del miedo y del terror o del silencio.
         Los colombianos no votaron, ya nadie cree en la fuerza de las votaciones y en su servir a la comunidad, todos saben que las votaciones las hacemos todos pero las disfrutan y agandallan unos cuántos, los que siempre han lucrado con la muerte, la explotación, el llanto, el miedo, el terror, la vida y la muerte, las torturas y la prisión. Sí, ellos son los responsables de la tragedia y del NO. Ellos saben que no quieren la paz porque en la paz los pueblos empiezan a pensar y reflexionar y saben que ellos mismos pueden gobernarse y darse los mejores momentos para superar la miseria y evitar la tragedia. Pero los poderosos no quieren que los pueblos piensen y respiren con tranquilidad, no tendrían forma de explotarnos y robarnos y saquearnos lo que es de todos para su propio beneficio. Por eso, solamente, hacen farsas de las elecciones y así nadie va a las urnas, saben que de nada sirve el voto porque ellos lo manipulan y en tales términos no hay forma de hacer los cambios. Por eso la gente no votó y no cayó en su trampa y, así, ganó el NO que buscaban los amos de la guerra, los señores de la muerte y seguirá imperando la violencia de uno y del otro lado, los enfrentamientos, la tragedia, la división, los buenos contra los malos o los malos contra ellos mismos, qué más da, todo se resume en la cantidad de muertos y de lo que consume la violencia en armas, equipos, dinero, exportación de drogas, en producción de armas para que el imperio continúe siendo tal. Ellos lo manejan todo: armas, gentes, dinero, drogas, contrabandos manipulan la información y dan lo que quieren que se dé para que así se conduzcan los pueblos por los carriles de sus intereses. Ellos explotan y nosotros trabajamos como esclavos maquiladores y dejamos que nos roben y saqueen nuestros recursos y utilicen los fondos públicos para que sigan haciendo sus negocios privados. Por tal razón, la verdadera delincuencia organizada, está dada en el poder, con políticos, empresarios, banqueros, policías, traficantes y sicarios…
         Ya se perdieron las cuentas de los muertos, desaparecidos, los desplazados, los viudos, los huérfanos hoy convertidos en soldados de las mafias del poder, se perdió la cuenta de los recursos lavados y puestos en los medios de producción, en las compras de bienes inmuebles y muebles, en los bancos, en las carreras políticas. La realidad es que ni en Colombia ni en México nadie sabe dónde empiezan los buenos y donde terminan los malos, todo está revuelto y unos están hasta en las sotanas y sentados en las direcciones de los bancos, en las bancadas políticas, en los gobierno locales y federales, en las policías y sus mandos, en los propios hospitales y en los medios de comunicación donde manipulan lo que quieren y dejan escribir a los que a ellos les convienen. La famosa libertad de prensa y expresión solamente es una fórmula que se dice como algo lejano y no cierto. Cuando los poderosos controlan los medios no hay voz para los que no la tienen, nos seguimos quedando mudos y callados ante las injusticias y los desmanes del poder, por esa razón, se manipulan las cosas y se habla de paz, cuando en verdad se está preparando la mayor guerra. Los que pagan no son los fuertes y privilegiados, no, ellos están viendo los temas, pero no los tocan a menos que se requiera exponer a alguno como ejemplo para unir sus propias fuerzas y luchar contra de todos para conservar sus privilegios. Si no lo creen, solamente vean lo que sucede en México con los miles de muertos, desaparecidos, los viudos y los niños de la guerra, con nuestros recursos llevados a los bancos y con lo que hacen de la patria y de sus fondos… así solamente así, veremos en parte la realidad, y algunos, espantados, mejor se callan y se ciegan para caminar en los túneles del llanto y desesperación… es más cómodo llorar que luchar y esto es, parece ser, lo que estamos haciendo: llorar, en vez de luchar.