Permitiría realizar análisis en zonas donde no se dispone de equipamiento.
Científicos del Imperial College de Londres han desarrollado junto a la compañía DNA Electronics un dispositivo que permitirá detectar niveles de VIH en la sangre y enviar la información a un ordenador como si se tratase de una unidad USB. Las unidades de prueba desechables servirán para ayudar a pacientes que estén en pleno tratamiento, e incluso servirá a médicos para controlar el virus en lugares remotos donde no dispongan del instrumental y herramientas necesarias para el diagnóstico.
El dispositivo es capaz de monitorizar la cantidad de virus VIH presente en la sangre del paciente, algo que resulta esencial a la hora de comprobar cómo de efectivo está siendo el tratamiento para combatir el virus. De esta forma, los médicos podrían saber exactamente si un paciente está dejando de tomar su medicación o si la medida actual está dejando de surtir efecto. Los investigadores esperan que la tecnología pueda ser utilizada igualmente para detectar hepatitis y otros virus, además de que DNA Electronics ya está trabajando en otros sistemas de testeo para septicemia y resistencia a antibióticos.
El stick USB, además de ser muy preciso, es capaz de ofrecer los resultados relacionados con el VIH en menos de 30 minutos. De hecho, la media de detección está en torno a los 20 minutos. Para que te hagas una idea, los métodos actuales requieren un total de tres días, básicamente el tiempo que se requiere para llevar la muestra de sangre a los laboratorios. Y claro, como podrás estar imaginando, precisamente en las zonas donde el virus está más presente es donde más escasean los laboratorios necesarios para su estudio.
Para su funcionamiento sólo se necesita una pequeña toma de sangre, y en el momento que el dispositivo detecte un cambio en la acidez de la muestra, el chip encargado de la monitorización emitirá un pulso eléctrico. Esta señal se traduce más adelante en información desde un programa en un equipo o cualquier otro tipo de dispositivo. En las últimas pruebas el equipo consiguió un 95% de acierto en un total de 1.000 muestras, y aunque queda claro que los avances son bastante esperanzadores, hay que tener claro que todavía podría quedar mucho para conseguir una solución.
