En Opinión: «Manos amigas» por Sócrates Campos Lemus


¡QUE CONSTE,…LOS OLVIDADOS!
POR SÓCRATES A. CAMPOS LEMUS.

En ocasiones, con la edad, cómo que nos llegan más dentro los actos solidarios de los amigos y los seres queridos y nos hacen llorar, es bueno el saber que uno puede tener cercana una mano amiga que se extiende con solidaridad y desinterés, solo por ayudar. Y uno siente cómo le punza el corazón y como se aprieta el pecho y sale el llanto que libera el dolor y la angustia y podemos dar gracias por ello al gran creador y sabemos que al voltear al cielo entendemos la pequeñez y la grandeza del vivir y del ser.

         Hace tiempo alguien me decía que los años no solamente brindan experiencias buenas y malas que nos hacen valorar la vida y dar gracias y que por ello, la tendencia en dar consejos. A los viejos les encanta brindar las experiencias de la vida y tratan de dar consejos y a veces, solamente los ven como viejos locos y locuaces que no saben qué hacer y la verdad solamente ellos saben el peso que cargaron en el día a día, las hambres y dolores y las angustias y pesares que fueron dando forma a su vida, y los demás, pueden escuchar, y a veces, imaginar el peso de las tragedias y angustias y el dolor y la frustración y el desencanto y la desilusión, y los jóvenes buscan la aventura sin sacrificios y los placeres sin costo, y es cierto, no se pueden medir y valorar las cargas de los otros cuando la ambición y la indiferencia no permiten pensar sino solamente demandar, y esto es lo que la sociedad nos ha dejado al paso de los años, y por el mercantilismo y la falta de valores que nos dieron sentido a la vida, y ahora, pues no hay: pocos valoran lo que es la patria y el nacionalismo y la solidaridad y la soberanía y pensamos que el destino es tener sociedades abiertas, sin pensar que los fuertes y ambiciosos y marrulleros se comen a los demás y los roban y saquean, y nos hablan de modernidad pero para los otros no para nosotros, y ocultan los saqueos y los robos con este tema, y por eso, las frustraciones solo nos llevan no a la lucha y la conciencia sino a confrontarnos entre nosotros, y no vemos que luchar no es entre hermanos y que no somos enemigos sino víctimas de las manipulaciones que ocultan los saqueos y los robos, porque no nos damos cuenta que los hombres del poder utilizan los recursos de todos y los fondos públicos que aportamos entre todos, para usarlos no en nuestro beneficio, sino para ellos continuar haciendo los negocios privados y acumulando riqueza y poder, no para ayudar sino para acrecentar su poder y tener a su servicio a los grupos de seguridad que protegen sus intereses por medio de la represión, con el cuento de que cuidan el estado y su valor.

          Y en la indiferencia y carencia de valores solamente esperamos la “hora del amigo” para contar chistes y burlarnos y pensar que la alegría es real cuando solo nos fugamos y buscamos la emoción de los juegos de azar o del fútbol y buscamos satisfacción en lo que no hay y ambicionamos por todo y no damos gracias por nada y por lo que tenemos, ni siquiera pensamos en que acumulamos para nada porque al final de cuentas, nadie lleva a la tumba lo que tiene o lo que le sobra y la muerte nos empareja a ricos y pobres.

Claro que todos queremos dejar a los nuestros muchos bienes para que, supuestamente, no sufran lo que sufrimos nosotros por su carencia en vez de darles, primeramente, valores y agradecimiento, porque al final, de nada sirve que tengan muchos bienes si no saben tener conciencia ni solidaridad y no podrán reconocer ni agradecer por los sacrificios y esfuerzos que se hicieron para lograrlos, y en las escuelas solo dan a los jóvenes datos pero no formas de pensar y de reflexionar, los datos sirven como una forma de valorar y comparar pero si no se sabe pensar y reflexionar jamás podrán crecer y construir ideas y dar soluciones a los verdaderos problemas, y de ahí la enorme frustración, porque al final de muchos años de estar sentados recibiendo información sin pensar, se dan cuenta que al salir a la vida profesional no hay nada y que todo lo que tienen es información que no corresponde a la realidad y que ésta se forja en la experiencia y el trabajo, y más frustración será cuando en el mercado laboral nadie les ofrezca un pago justo por su saber y logros y se pasen los años, y solamente estén sobreviviendo en la frustración y el dolor que causa la ambición sin satisfacer, y hoy, miles de jóvenes no viven para ellos sino para otros y por las apariencias y no salen a forjar su destino y su vida y se la pasan en las casas familiares y no saben establecer fuertes relaciones, y los padres, muchos, piensan que son una carga cuando son una bendición a pesar del esfuerzo extra que pueden ocasionar, y no dan gracias por tenerlos a su lado y olvidan que los hijos darán satisfacciones en base al amor que reciban y no a los reproches, y por esa razón mis hijos, cuando hablamos y los escucho me dan lecciones y me ponen a pensar y me doy cuenta de mis muchos errores y abandonos por andar buscando el pan, olvidando que pan sin amor, seguramente, es amargo y no alimenta ni al cuerpo ni al alma, pero así es la vida y que bueno que al paso de los años puedo valorarla y no muero en la ignorancia… gracias a la vida por darme tanto…gracias a mis amigos por su mano amiga…