El Fondo Monetario Internacional (FMI) acordó este jueves renovar por dos años una línea de crédito no condicionado al gobierno mexicano, al advertir que el país sigue enfrentando «una significativa incertidumbre» en torno a la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) «que podría pesar sobre el crecimiento».
México tendrá a su disposición por otros dos años y por un monto de 88 mil millones de dólares la llamada Línea de Crédito Flexible (LCF), un mecanismo que pone a disposición de un reducido grupo de países financiamiento, sin necesidad de que deban asumir compromisos de política económica con el FMI.
La LCF es un mecanismo que el organismo multilateral pone a disposición de países que tienen, de acuerdo con sus evaluaciones, una sólida posición económica y financiera, pero que pueden enfrentar riesgos derivados del entorno internacional. México fue el primer país que la recibió, en abril de 2009, por un monto de 47 mil millones de dólares.
México no ha hecho uso, hasta ahora, de la Línea de Crédito Flexible. Para la renovación anunciada hoy, las autoridades mexicanas también manifestaron su intención de no utilizar el financiamiento que el FMI puso a su disposición.
El FMI dijo este jueves que a pesar de sus sólidos fundamentos macroeconómicos, la economía mexicana sigue expuesta a riesgos externos.
«La economía mexicana ha navegado con éxito en un entorno externo complejo. La actividad económica ha mostrado capacidad de recuperación, aunque se prevé que el crecimiento a corto plazo se desacelere, en medio de una incertidumbre prolongada, relacionada con las futuras relaciones comerciales de México, así como con políticas macroeconómicas más estrictas», apuntó el organismo.
La inflación -que se ubica ahora en 6.3 por ciento, más del doble del objetivo del banco central de 3 por ciento- ha comenzado a desacelerarse, después de un repunte debido a «conmociones temporales» y el sistema financiero es sólido, consideró.
«México continúa enfrentando importantes riesgos externos» que pueden influir en un menor crecimiento. La incertidumbre «aumentada y prolongada» sobre el ritmo y resultado de la negociación del TLCAN «podría pesar sobre el crecimiento».
«Dado que México es particularmente vulnerable a los cambios en su relación comercial con Estados Unidos, una modificación abrupta en las relaciones comerciales podría tener un impacto significativo en el sentimiento del consumidor, los flujos de capital y el crecimiento».
A esa situación se añade que, de acuerdo con el FMI, persiste el riesgo de una renovada volatilidad en los mercados financieros mundiales, la elevación de las primas de riesgo que demandan los inversionistas y una fuerte recuperación en los flujos de capital hacia otros mercados emergentes.
México, dijo, está particularmente expuesto a este riesgo debido a la alta participación de inversionistas extranjeros en bonos de deuda emitidos por el gobierno mexicano en el mercado local.