El escándalo de Copa América 2011 que terminó con ocho jugadores expulsados de la selección
Hace ocho años, un escándalo exhibió al futbol mexicano, cuando el Tricolor Sub 22 fue víctima de robo en un hotel de Quito, Ecuador. Previo a su participación en la Copa América Argentina 2011, los tricolores incurrieron en una indisciplina que les costó la expulsión de ocho elementos, por involucrar prostitutas.
El 25 de junio de 2011, los jugadores denunciaron el robo de pertenencias, las cuales, fueron sustraídas durante un amistoso que encararon ese día ante Ecuador; entre electrónicos y dinero, el monto de lo robado se calculó en poco más de 15 mil dólares.
Sin embargo, la administración del hotel prácticamente se deslindó de responsabilidades al revelar, con videos de vigilancia, que durante dos noches algunos jugadores, con ayuda de un utilero del equipo, recibieron mujeres en sus habitaciones.
«Por lo menos tres mujeres entraron. La policía nacional encontró en el basurero llaves de habitación y preservativos usados. A los que les robaron fueron a Diego Reyes y Jorge Enríquez, a los dos les robaron ipads; Jonathan dos Santos y Néstor Vidrio, sus carteras, documentos, 700 dólares, tarjetas de crédito, un radio Nextel; Oribe Peralta, una iPad, una radio y altavoces; Marco Fabián y Rafael Márquez Lugo, su laptop Apple y Sony; Liborio Sánchez y Luis Michel, una iPad, radio Nextel, una consola Nintendo y una Blackberry«, detalló Roberto Ramia, gerente del hotel.
Por aquel escándalo, el 28 de junio de 2011 fueron suspendidos ocho jugadores, quienes aceptaron su responsabilidad: Israel Jiménez, Néstor Vidrio, David Cabrera, Jorge Hernández, Jonathan dos Santos, Marco Fabián, Javier Cortés y Néstor Calderón.
De aquella convocatoria del técnico Luis Fernando Tena, los jugadores que actualmente siguen con la playera de la Selección Nacional, son Diego Reyes y Jonathan dos Santos. Ambos integran la plantilla de Gerardo Martino en la Copa Oro 2019.
