Val Croon llevaba 15 minutos bajo el agua cuando sintió que lo empujaron. Era un tiburón blanco

El buzo fue golpeado por la espalda por el tiburón y posteriormente sacudido bajo el agua como una muñeca de trapo. Val Croon logró liberarse al golpear al escualo con un gancho para moluscos. Al salir a la superficie se percató de que el animal sólo había mordido su mochila.

Val Croon, un buzo con 30 años experiencia, llevaba 15 minutos bajo el agua, buscando pauas –un molusco que vive en los fondos marinos de Nueva Zelanda– cuando se sintió empujado. “Fue como ser atropellado de espaldas por un tren de carga al que nunca viste acercarse”, citó sus palabras el portal local Stuff este jueves.

Por supuesto, no había tren alguno: era un gran tiburón blanco que de alguna manera lo había asido entre sus fauces y lo empezó a sacudir bajo el agua como si fuera una muñeca de trapo.

Como aún conservaba su gancho para moluscos en la mano, Croon golpeó contra la cola de la bestia hasta sentir que el pico se clavó en algo. Entonces, dándose la vuelta, tiró de aquel anzuelo con ambas manos. El tiburón lo soltó en seguida.

Fue después, al salir a la superficie, que Croon pudo percatarse de que el escualo solo había logrado hundir dientes en su mochila.

Tuvo inmensa suerte. Según Malcolm Francis, científico principal del Instituto Nacional de Investigación del Agua y la Atmósfera de Nueva Zelanda, los ‘grandes blancos’ comienzan por lo general a cazar mamíferos marinos, como focas y delfines, solo cuando alcanzan unos tres metros de longitud, justamente el tamaño en que representan un riesgo también para los humanos.

Para Croon, de 45 años, es el segundo ataque de tiburón al que ha sobrevivido: el primero ocurrió en 1993.