Una de las principales premisas durante el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, es la austeridad. Bajo esa misma promesa de vivir lo más humilde posible, el primer mandatario mexicano ha sido cuestionado por algunas acciones que, precisamente, van en contra de la propia acción de ahorrar.
Recientemente, a través de información proporcionada por el portal digital Sin Embargo, se dio a conocer que Jesús Ernesto López Gutiérrez, hijo de López Obrador y Beatriz Gutiérrez, acudió a un campamento exclusivo dedicado para niños, jóvenes y familias, el cual tiene 17 hectáreas de terreno y está ubicado en San Luis Potosí.
Costos de entre 40 mil y 64 mil pesos a la semana
Este es uno de los más exclusivos lugares para vacacionar, dedicados a actividades relacionadas con niños, jóvenes y familias, en la República Mexicana. Ubicado en San Luis Potosí y conocido como Camp Santa Úrsula, este lugar tiene un costo de 40 mil pesos por semana o, en su defecto, 64 mil pesos por 14 días.
Los campamentos que se ofrecen durante todo el año, son de verano, empresariales y escolares, en un terreno situado en la capital potosina el cual abarca 17 hectáreas con áreas verdes completamente bardeadas. Su objetivo es «contribuir con las familias en la formación de niños y jóvenes de una manera activa, práctica, divertida, vivencial y segura, fomentando en todo momento el contacto con la naturaleza, deporte, compañerismo, comportamiento, honor, entusiasmo, solidaridad y sana competencia, entre otros, para la superación de retos personales y de equipo».
Gobierno austero y abandono de lujos
El gobierno de López Obrador se ha caracterizado por reiterar que se debe abandonar el lujo pues no puede haber un gobierno rico con pueblo pobre. Alguna ocasión, el propio mandatario ha indicado que «haciendo ver que se puede ser feliz si se piensa en los demás, que la felicidad no sólo es acumular bienes materiales, dinero, fama, títulos. La verdadera felicidad es estar bien con uno mismo, con nuestra conciencia, con el prójimo. Esa es la verdadera felicidad, no el lujo barato, la ropa de marca, las alhajas, la troca. Eso es efímero».
El campamento al que asistió Jesús Ernesto, en San Luis Potosí, lugar en donde su papá realizó recientemente una gira de trabajo, cuenta con un kartódromo profesional, observatorio astronómico, rampa para lanchas acuáticas deslizables, pista para ciclismo de dos kilómetros, albercas para diferentes usos con toboganes y pasamanos, río con embarcadero para canoas, kayaks y pesca, práctica de buceo y torres para actividades extremas.
En la página del campamento también se hace referencia a que tienen una estación de ferrocarril con vagones que datan de principios del siglo XX, instalaciones ambientadas al estilo oeste. Los campamentos de verano que se ofrecen en julio comprendieron dos fechas: del 6 al 19 de julio, al que presuntamente acudió Jesús Ernesto y del 20 al 28 de julio.
Mientras, otros niños aprenden a cómo reaccionar en un asalto
Apenas la semana pasada se dio a conocer que el curso de verano impartido a los hijos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, incluye cursos para saber cómo reaccionar ante un asalto. Como parte de las actividades, los niños y los jóvenes que acuden a este curso de verano, aprenden a reaccionar con calma ante una situación de peligro.
También aprenden, a través de buzos del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM), cómo pueden salvar a una víctima a 10 metros de profundidad, por ejemplo. «Se trata de que dentro de este curso de verano conozcan qué hacemos en el trabajo cotidiano dentro de las muchas especialidades que manejamos», dijo Carlos Ernesto Hernández, subdirector de salvamento y rescate del ERUM.
