El mito de Hefesto, el dios griego a quien le fueron infiel por ser feo

Los dioses griegos son conocidos, entre otras tantas cosas, por su belleza intrínseca. Entre las principales 12 deidades del Olimpo hay una que no cumple con este parámetro, Hefesto, dios del fuego, la metalurgia y la forja.

Destierro y retorno al Olimpo


Según la mitología griega, Hefesto es hijo de Zeus y Hera, los reyes del Olimpo; aunque hay historias en las que solo es fruto de Hera quien estaba profundamente celosa por las aventuras e infidelidades de Zeus.

En lo que respecta a su juventud, fue desterrado del Olimpo, pero hay dos versiones de este hecho. La primera narra que Hefesto fue arrojado por Hera cuando era un bebé, esto por haber nacido feo; el bebé cayó en el mar y gracias a la caída quedó cojo. La segunda versión relata que durante una discusión entre Hera y Zeus, Hefesto intervino para apoyar a su madre, causando la cólera de su padre, quien lo tomó por una pierna y lo arrojó lejos del Olimpo; esto también explica por qué el dios es cojo, siendo esto uno de sus aspectos característicos.

Hefesto fue rescatado y criado por ninfas del mar, quienes lo llevaron a la isla de Lemnos, en donde creció para convertirse en un maestro herrero. El dios aprovechó su profesión para realizarle distintos regalos a los dioses, todo con la esperanza de que le permitieran volver al Olimpo… cosa que no logró.

Gracias a todo el rechazo que vivió el dios artesano, desarrolló una sed de venganza que pagaría su madre, a quien le diseñó un trono que resultó ser una trampa, un artefacto dirigido para que todo aquel que se sentara ahí nunca pudiera levantarse. Los olímpicos le pidieron que ayudara a Hera para liberarse, Hefesto aceptó hacerlo con dos condiciones: regresar de manera permanente al Olimpo y casarse con Afrodita, diosa de la belleza y el amor.

Relación con Afrodita 

Afrodita nunca estuvo feliz en lo que respecta a su unión con Hefesto, a quien consideraba repugnante. Dicha pareja es de las pocas en el Olimpo que no tuvo descendencia.

Para satisfacerse, Afrodita cometió adulterio, siendo Ares, dios de la guerra, su principal amante. En un inicio, la aventura de estos dioses era un secreto en el Olimpo, pero todo cambió cuando Helios, dios del sol que todo lo ve, le contó la verdad a Hefesto.

El dios herrero quiso tomar venganza, por lo que construyó una red invisible e inquebrantable para atrapar a los amantes. Durante un encuentro entre Ares y Afrodita, Hefesto los capturó y acudió al resto de dioses para que se burlaran de la pareja. Al final, los amantes fueron liberados luego de prometer que su adulterio no se llevaría a cabo de nuevo, cosa que jamás cumplieron.