Tomar de dos a tres siestas a la semana previene ataques cardíacos: Investigadores

  • Un estudio conducido en Suiza determinó que las personas que toman siestas de dos a tres veces por semana tienen una mejor condición cardiovascular.

Investigadores recomiendan tomar siestas de 20 a 30 minutos temprano por la tarde.
Las siestas no sólo son reparadoras, sino que pueden salvar vidas, de acuerdo con un estudio publicado en la revista científica Heart.

Investigadores suizos realizaron un estudio empírico en el que encontraron que tomar una o dos siestas a la semana puede reducir el riesgo de sufrir ataques cardíacos.

En la investigación participaron 3 mil 462 residentes de Lausana, Suiza, de edades entre 35 y 75 años.

Durante los tres años que duró la investigación, los investigadores pidieron a los participantes reportar cada semana sus hábitos de sueño.

Los investigadores realizaron chequeos periódicos de la salud de los participantes durante cinco años después del periodo inicial de tres años.

Cerca de 60 por ciento de los participantes reportaron no tomar siestas, mientras que uno de cada cinco reportó haber tomado una o dos siestas a la semana.

Casi una cuarta parte de los participantes señaló haber tomado tres o más siestas durante la semana.

Asimismo, los investigadores observaron 155 eventos cardiovasculares durante el periodo monitorizado.

Como conclusión, el estudio determinó que tomar siestas ocasionalmente es lo mejor que se puede hacer por la salid.

Entre los pacientes que tomaron de una a dos siestas a la semana se encontró una incidencia 48 por ciento menor de sufrir enfermedades del corazón.

Los investigadores no encontraron el mismo resultado en la salud cardiovascular en aquellos pacientes que tomaron tres o más siestas a la semana.

No se encontraron diferencias importantes en cuanto a la duración de las siestas respecto a los beneficios a la salud cardiovascular, pero los investigadores recomiendan tomar siestas de 20 a 30 minutos temprano por la tarde.

“El estudio de las siestas tiene muchos retos, pero es un campo prometedor con implicaciones potencialmente significativas en la salud pública”, concluye el estudio.

“Aunque aún hay muchas preguntas que responder, es tiempo de comenzar a revelar el poder de las siestas para los corazones súpercargados”.