«Se quejan por paredes pintadas y hay 200 mil muertos», señalan anarquistas en marcha del 2 de Octubre; no tocaron casa oficial (+Video)

En Oaxaca se registraron acciones de vandalismo y pintas callejeras en monumentos historicos y en el equipamiento urbano de la ciudad de Oaxaca durante la marcha del 2 de octubre.

Oaxaca de Juárez, 2 de octubre. La marcha del 2 Octubre llegó al zócalo sin mayores incidentes, en donde los maestros de la Sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), normalistas y organizaciones, llevaron a cabo un mitin.

El grupo de “anarquistas” que se integró en la movilización para realizar pintas en los edificios a su paso, ni siquiera llevó a cabo esta acción en la Casa Oficial, sin embargo, si pintarrajearon la fachada de enfrente.

Los jóvenes, la mayoría encapuchados, marcharon junto a la Sección 22 de la CNTE e integrantes de organizaciones sociales, afines al magisterio oaxaqueños, lo que les sirvió de escudo a los grupos de anarquistas, infiltrados, radicales o “grupos conservadores”, como dice el Presidente Andrés Manuel López Obrador, para realizar sus actos de vandalismo.

La marcha salió en su primer contingente con los maestros oaxaqueños, seguidos por los normalistas, quienes marcharon de manera pacífica.

En la parte final de la marcha venían los anarquistas, quienes encapuchados iniciaron sus actos vandálicos realizando pintas en el Banco HSBC que se localiza sobre Calzada Porfirio Díaz.

Misma situación ocurrió en algunos monumentos como el Obelisco al General Porfirio Díaz Morí, paredes de establecimientos y casas particulares, siempre tratando de proteger su acción con tres o cuatro mantas que colocaban para que no los reconocieran, independientemente de tener el rostro cubierto.

Sobre Avenida Juárez, a diferencia de otros años no realizaron pintas en Casa Oficial, aunque si destrozos con martillo a los cristales de en una vivienda que se ubica sobre la Calle de Murguía que fue fundado por el maestro Francisco Toledo.

Antes de llegar a la Alameda de León, los anarcos siguieron con sus pintas en bancos y establecimientos, incluso quebraron botellas con pinturas sobre el Banco Bancomer y Banorte.

Así fue la marcha de maestros y anarquistas en la Ciudad de Oaxaca. A pesar de esta situación los elemento de la Policía brillaron por su ausencia, pese a que se había anunciado que harían acto de presencia para evitar este tipo e acciones fuera de la ley.

Previo a la movilización el presidente municipal, Oswaldo García Jarquín reconoció que no habría represión a los manifestantes, hecho que cumplió permitiendo estos actos de manera impune.

Los jóvenes, la mayoría encapuchados, marcharon junto a la Sección 22 de la CNTE e integrantes de organizaciones sociales, afines al magisterio oaxaqueños, lo que les sirvió de escudo a los grupos de anarquistas, infiltrados, radicales o “grupos conservadores”, como dice el Presidente Andrés Manuel López Obrador, para realizar sus actos de vandalismo.

La marcha salió en su primer contingente con los maestros oaxaqueños, seguidos por los normalistas, quienes marcharon de manera pacífica.

En la parte final de la marcha venían los anarquistas, quienes encapuchados iniciaron sus actos vandálicos realizando pintas en el Banco HSBC que se localiza sobre Calzada Porfirio Díaz.

Misma situación ocurrió en algunos monumentos como el Obelisco al General Porfirio Díaz Morí, paredes de establecimientos y casas particulares, siempre tratando de proteger su acción con tres o cuatro mantas que colocaban para que no los reconocieran, independientemente de tener el rostro cubierto.

Sobre Avenida Juárez, a diferencia de otros años no realizaron pintas en Casa Oficial, aunque si destrozos con martillo a los cristales de en una vivienda que se ubica sobre la Calle de Murguía que fue fundado por el maestro Francisco Toledo.

Antes de llegar a la Alameda de León, los anarcos siguieron con sus pintas en bancos y establecimientos, incluso quebraron botellas con pinturas sobre el Banco Bancomer y Banorte.

Así fue la marcha de maestros y anarquistas en la Ciudad de Oaxaca. A pesar de esta situación los elemento de la Policía brillaron por su ausencia, pese a que se había anunciado que harían acto de presencia para evitar este tipo e acciones fuera de la ley.

Previo a la movilización el presidente municipal, Oswaldo García Jarquín reconoció que no habría represión a los manifestantes, hecho que cumplió permitiendo estos actos de manera impune.