Un nuevo modelo de computadora predice dónde podría atacar el Ébola

Predecir dónde podría atacar el Ébola podría ser una tarea fácil y sencilla, gracias a un nuevo modelo de computadora. El moderno sistema tendría la capacidad de rastrear cómo los cambios en el medio ambiente y en las sociedades humanas podrían afectar la propagación del virus mortal.

Los científicos aseguran que el modelo, con algoritmos matemáticos, predice que los brotes de Ébola podrían llegar a ser hasta un 60% más propenso para 2070, si el mundo continúa en un camino hacia un clima más cálido.

El Ébola, en promedio, mata a la mitad de todas las personas que contraen el virus. En brotes anteriores, la tasa de mortalidad aumentó hasta el 90%.

Por lo tanto, la capacidad de pronosticar dónde el Ébola causaría enormes estragos podría salvar millones de vidas al garantizar que las personas puedan detectar mejor la enfermedad, recibir atención y tomar medidas para evitar que el virus se propague.

Predecir las zonas con más brotes


El modelo de computadora podría eventualmente usarse para determinar dónde vacunar a las personas antes de que un brote tenga la oportunidad de establecerse, o podría permitir que un gobierno tome medidas en las fronteras donde los viajeros enfermos podrían propagar la enfermedad, aseguró David Redding, autor principal del estudio publicado en Nature Communications.

El modelo también podría modificarse para abordar otras enfermedades. Redding espera que el mismo haga que las personas piensen en todos los factores que pueden causar la propagación de una enfermedad como el Ébola, desde los cambios sociales hasta el comportamiento animal y un entorno cambiante.

Animales, principales portadores del virus
Las personas pueden contraer el Ébola al entrar en contacto cercano con la sangre o los fluidos corporales de una persona o animal infectado. Los científicos sospechan que un murciélago de la fruta pudo haber estado detrás de los brotes en África occidental en 2014 que mató a 11.325 personas.

Los efectos del cambio climático podrían cambiar el lugar donde viven los murciélagos y las personas, poniéndolos en contacto más cercano entre sí.

La pobreza, que otros estudios han demostrado que también puede aumentar en un mundo en calentamiento, también puede hacer que las personas recurran a fuentes de alimentos más riesgosas, incluidos los animales salvajes que portan el Ébola.

“La oportunidad de contacto y la frecuencia son impulsores cruciales en la propagación de enfermedades infecciosas”, aseguró Konstans Wells, ecologista de la Universidad de Swansea.

Proyección para el 2070


Para determinar las perspectivas del Ébola en 2070, los investigadores que desarrollaron el nuevo modelo matemático consideraron diferentes escenarios sobre cómo el mundo podría trabajar en conjunto para reducir la desigualdad, frenar el crecimiento de la población y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.

Vieron saltar la probabilidad de nuevos brotes a menos que las personas tomaran medidas para combatir cada uno de esos factores.

Para comprender el riesgo actual de brotes, los investigadores utilizaron el modelo para analizar datos sobre el cambio climático, el uso de la tierra, el crecimiento de la población y la pobreza. Fue capaz de identificar con precisión los lugares donde las epidemias ya han estallado, como la República Democrática del Congo y Gabón. Pero también señaló lugares, particularmente en Nigeria, que aún no han visto una epidemia.