Desde México, Evo Morales se lanza contra la OEA: “está al servicio del imperio norteamericano”

Un día después de haber aterrizado en México, donde se le concedió asilo político, el expresidente de Bolivia comentó: «Habría que cambiar el nombre de la OEA por la Organización de los Estados del Norte».

Al dar su primera conferencia de prensa en México, el expresidente de Bolivia, Evo Morales, agradeció al gobierno y al pueblo mexicano por permitirle “estar acá con vida todavía”.

Desde el Museo de la Ciudad, el líder boliviano narró lo que se vivió en su país, luego de las elecciones del pasado 20 de octubre y aseguró que los primeros conteos le daban la victoria con una diferencia de 7%, sin embargo, pidió esperar el voto de los sectores rurales.

“En mi primera participación en 2002 ganamos, pero no los robaron; en mi última participación ganamos, pero nos lo están robando” dijo.

Relató que al día siguiente de la jornada electoral, los grupos opositores anunciaron que existía fraude, a pesar de que el conteo no se terminaba, y convocaron a la movilización, quema de boletas y asaltos a tribunales.

“Nunca en mi vida he pedido a instituciones, autoridades que hagan una cosa ilegal. Vengo de familias que practicaban no mentir, no robar, ni ser flojo”, aseveró.

Morales sostuvo que toda la semana posterior a los comicios resistió y que el 1 de noviembre, los grupos opositores fracasaron en el golpe de Estado. Asimismo, manifestó que el accidente que sufrió su helicóptero, el 4 de noviembre, no fue casual, por lo que pedirá que se investigue.

Afirmó que él no tuvo ningún problema en que instituciones y organismos internacionales, como la Organización de los Estados Americanos (OEA), verificaran si era cierto el fraude electoral denunciado por la oposición.

“El informe oficial tenía que ser el día 12, ellos dijeron: no vamos a terminar el día 12, vamos a terminar el 13, hoy tendrían que estar sacando el informe oficial de la OEA; sorpresivamente la madrugada del domingo, técnicos de la OEA nos informan de un informe preliminar”, reveló.

Consideró que esto fue más una interpretación sobre el proceso que del día de la elección porque además señalaba que él sí habría ganado en la segunda vuelta. “Si hubiera sido que no gané en la primera vuelta, hubiera sido ‘hay segunda vuelta’ y no decir ‘nuevas elecciones’”.

“Ahora me doy cuenta que la OEA no está al servicio de los pueblos latinoamericanos, menos de movimientos sociales, está al servicio del imperio norteamericano. Habría que cambiar el nombre de la OEA por la Organización de los Estados del Norte”, agregó.

Apuntó que tras esto, pidió hablar directamente con el secretario general de la OEA, Luis Almagro, para decirle que lo que estaban haciendo “llevaría a una matanza en Bolivia, con esto solo están incendiando al país”.

Reiteró que su renuncia al poder fue por las amenazas que recibieron dirigentes sindicales, funcionarios públicos y sus familias, y por los incendios que causaron en instituciones.

“Hemos convocado al diálogo, aceptamos inclusive desconocer el resultado porque hemos ganado la primera vuelta, ir a nuevas elecciones y ni eso”, acusó, y le pidió a la policía y a las Fuerzas Armadas “que no se manchen con la sangre del pueblo”.

“Mi gran delito es ser indígena, este es un problema de clases”, externó. “Al pueblo no se le para con armas, el pueblo tiene mucha conciencia”, abundó.

Declaró que policías leales le mostraron mensajes en los que les ofrecían 50 mil dólares para entregarlo e indicó que cuando llegó al gobierno en 2006 había 38% de extrema pobreza y que él logró ubicarla por debajo del 15%.

“Para algunos grupos que ostentan el poder económico no aceptan el saqueo de la pobreza, de las familias más humildes”, afirmó. “Nuestro delito, haber servido a los sectores más humildes de nuestra querida Bolivia, pero sobre todo, liberarlos de las imposiciones políticas extranjeras”, añadió.

Evo Morales planteó un diálogo nacional abierto, sincero y pacífico en el “que participen cívicos, políticos que perdieron las elecciones y movimientos sociales” con el objetivo de terminar con la violencia que se vive en el país. “Decirle a las Naciones Unidas no acepte esta clase de golpe de Estado”.

Subrayó que la autoproclamación de Jeanine Áñez como presidenta interina de Bolivia confirmaba el golpe de Estado. “Ayer aparece autoproclamada, no respetó la Constitución”.

Finalmente, expresó que si el pueblo se lo pide, volverá tarde o temprano a Bolivia, “qué mejor lo más antes posible para pacificar Bolivia, que es lo que están pidiendo algunos sectores sociales”.