‘Qué insalubre y deprimente era Topo Chico’: visitantes

Monterrey, Nuevo León.-Josefina Fernández formó parte de las más de 3 mil 500 personas que, este fin de semana, acudieron a visitar las instalaciones del antiguo penal del Topo Chico y su comentario al salir fue: que insalubre y deprimente.

La mujer de 30 años tuvo la oportunidad de recorrer las 12 áreas que el gobierno del estado abrió para que los ciudadanos conocieran la prisión que en su momento fue considerada la más violenta del país.

Los grupos que fueron ingresando estaban conformados por 30 personas y la estancia en el interior era de entre 20 y 25 minutos. Los contingentes iban uno tras otro e inclusive tenían que esperar que un guía terminara la explicación para que otro comenzara ahí, en el mismo espacio.

Son construcciones muy viejas. No he visto, pero dicen que hay unas ratas muy grandes”, dijo otra chica de 23 años que ingresó al área de ambulatorios.

Se nota que antes de que se abrieran las puertas del lugar se hizo bien la tarea de limpieza porque ya no huele para nada como aquellos días en el que el Topo Chico estaba vivo, es decir, que albergaba a prisioneros y funcionaba como centro de Readaptación.

El penal más longevo en el estado cerró sus puertas el pasado 30 de septiembre tras 76 años de existencia como parte del proceso de reingeniería penitenciaria del estado.

¿Por qué te decidiste a venir a visitar el Topo? Se le cuestionó a Heberto López a lo que respondió “para ver cómo vivían los presos, lo malo es que ya están muchas zonas cerradas”, contestó.

De las 10 hectáreas que comprenden lo que fue el Centro de Readaptación nada más están abiertas dos y no se tiene acceso a las celdas aunque se puede caminar por los ambulatorios; el Altar a la Santa Muerte está restringido ya que aunque es mostrado solo se pueden tomar fotos por fuera.

En total, de viernes al domingo, acudieron 3 mil 633 personas: 2 mil 043 el viernes, 616 el sábado y 974, el domingo.

El penal del Topo Chico fue escenario de masacres y motines. En 1980 unos internos tomaron como rehén al entonces director Alfonso Domene Flor Millán y lo privaron de la existencia. En febrero del 2016 un enfrentamiento entre bandas rivales costó la vida de 49 internos y dejó 12 heridos.