Analizan pena de 30 años de prisión por ataques con ácido, químico o sustancia corrosiva

  • Esto cuando el caso de la saxofonista María Elena Ríos, atacada con ácido, se litiga en la fiscalía general y los tribunales de justicia.

Luis Ignacio

El Congreso del estado votará y, en su caso, aprobará este día una reforma al Código Penal para imponer una pena de 10 a 30 años de prisión y multa de de 200 a 500 veces el valor diario de la unidad de medida y actualización, a quien agreda a una persona usando para ello cualquier tipo de agente físico, químico o sustancia corrosiva.

La presidenta de la Comisión Permanente de Derechos Humanos, Magaly López Domínguez, manifestó que el dictamen presentado por las comisiones unidas de administración y procuración de justicia e igualdad de género, establece que se considera que existen razones de género, cuando ocurren indistintamente alguna de las siguientes circunstancias: que la alteración o daño haya sido cometida por desprecio u odio a la víctima motivado por discriminación o misoginia.

O bien cuando existan indicios o datos de violencia de cualquier tipo y ámbito en contra de la víctima por parte del sujeto activo, anterior o posterior a la conducta; cuando existan datos de acoso u hostigamiento sexual en contra de la víctima por parte del sujeto activo, anterior o posterior a la conducta; o que la víctima haya sido incomunicada o privada de su libertad.

Expresó que también se impondrá de 30 a 40 años de prisión y multa de 500 a mil veces el valor diario de la unidad de medida y actualización, si entre el activo y la víctima existe o haya existido una relación de parentesco por consanguinidad, afinidad, civil, matrimonio, concubinato, noviazgo, relaciones de convivencia o una relación similar, laboral o docente.

La legisladora por Morena añadió que las penas previstas se aumentarán en dos tercios de la mínima a dos tercios de la máxima cuando la conducta del sujeto activo cause destrucción de cualquier función orgánica de la víctima; cuando la conducta del sujeto cause deformidad o daño permanente, pérdida parcial o total de la función anatómica de la víctima; o cuando la conducta del sujeto activo cause deformidad en el rostro de la víctima.

Por otra parte, López Domínguez destacó que la agresión en contra de la saxofonista María Elena Ríos no puede quedar impune, mucho menos cuando el supuesto agresor es un ex legislador y empresario que conjuga poder político y económico para sustraerse de la justicia, porque la sociedad está harta de componendas para burlar la ley.

Manifestó que desde la comisión de derechos humanos de la 64 legislatura condenan la agresión y exigen al gobierno del estado, así como a la fiscalía general, no se presten a simulaciones o corruptelas.

“Además como integrante de la Comisión Permanente de Administración y Procuración de Justicia he participado en las reuniones con la sociedad civil para proponer la reforma penal que imponga sanciones ejemplares para quienes cometan agresiones, como la que sufrió la saxofonista María Elena”.

Aseveró que la sociedad oaxaqueña está atenta al proceso que se sigue en el caso de la joven María Elena, porque la agresión con ácido que sufrió fue cruel e inhumada.

“Con esta reforma buscamos que la impunidad no sea el sello de las agresiones en contra de las mujeres en Oaxaca; a María Elena le refrendamos nuestro apoyo y acompañamiento desde el Congreso”.