Con el depósito de una ofrenda floral en el monumento de Abraham Lincoln, el Presidente Andrés Manuel López Obrador inició su agenda de trabajo en Washington, Estados Unidos.El Presidente llegó minutos antes de las 8:00 am, tiempo de Washington, sin cubrebocas, acompañado del jefe de la Oficina de la Presidencia, Alfonso Romo; los secretarios de Relaciones y Exteriores y Economía, Marcelo Ebrard y Graciela Márquez; y la embajadora de México en Estados Unidos, Martha Bárcena.En el sitio, se congregaron algunos migrantes simpatizantes de el Presidente, quienes corearon “es un honor estar con Obrador”, y exhibieron pancartas de apoyo así como hicieron sonar matracas.
El mandatario y su comitiva guardaron una guardia en el monumento de alrededor de cinco minutos y se retiró del punto para dirigirse hacia el monumento a Benito Juárez, ubicado en la capital estadounidense.
Entre gritos de apoyo, AMLO coloca ofrendas a Lincoln y Juárez
Tuvieron que pasar 19 nueves meses desde que asumió la Presidencia de México, para que Andrés Manuel López Obrador aceptara salir del país para realizar su primera visita de Estado.
El destino, Estados Unidos y el tema, el tratado comercial (T-MEC). Los primeros eventos en su visita de dos días a Washington fue la colocación de ofrendas florales a los monumentos de Abraham Lincoln y Benito Juárez.
Al primer evento llegó a las 7:45 de la mañana, acompañado del canciller Marcelo Ebrard; del jefe de la Oficina de la Presidencia, Alfonso Romo; la secretaria de Economía, Graciela Márquez Colín; de la embajadora mexicana en EU, Martha Bárcena; y del embajador de EU en México, Christopher Landau.
Desde las vallas, decenas de mexicanos gritaban su apoyo al mandatario. «No estás solo», «Es un honor estar con Obrador» y «Presidente», fueron algunos de las porras más escuchadas.
En medio de un grupo de elementos de Seguridad, el Presidente de México abandonó el recinto y se dirigió a la estatua del Benemérito de la Nación, Benito Juárez.
Ahí monto una guardia de honor, entonó el himno nacional y saludó a la bandera, como generalmente lo hace. Los gritos detrás de las vallas se alcanzaban a escuchar.
Antes de retirarse, el mandatario -a lo lejos- saludó con sus brazos a los presentes y les envió una señal de abrazo.
Más tarde, López Obrador se reunirá con su homólogo estadounidense Donald Trump.
