Médico detenido en Chiapas seguirá su proceso en resguardo domiciliario

Chiapas, Agosto 04 2020.-El médico que atendía a pacientes con COVID-19, y quien fue detenido el pasado 18 de julio en Chiapas por el delito de abuso de autoridad, deberá cumplir arresto domiciliario debido a complicaciones de salud. En una audiencia celebrada este lunes, el juez de control Carlos Inocencio Morales Urbina determinó que el médico Gerardo Vicente Grajales podrá continuar con su proceso penal en casa.

Desde el pasado viernes, Vicente Grajales se encuentra internado por una crisis de hipertensión. En cuanto sea dado de alta, deberá cumplir con el arresto domicialiario, luego de que ser vinculado a proceso por presunto abuso de autoridad. El abogado del doctor Grajales dijo al diario Reforma que desde la audiencia de vinculación a proceso se le infirmó al juez sobre el padecimiento de su cliente, pero que este hizo caso omiso. La nueva determinación del juez respecto a la medida cautelar es gracias a que María Fernanda Ochoa, esposa del imputado, confirmó con documentos los padecimientos del médico. El médico es acusado por Karen Alejandra Ramírez –hija de Miguel Arturo Ramírez, exdirigente del partido Mover a Chiapas, y quien falleció en julio por COVID-19– de haberle solicitado equipo y medicamento para atender al paciente, aún cuando, según la Fiscalía de Chiapas, el hospital en el que trabajaba cuenta con los insumos necesarios. Grajales era el jefe de Urgencias del Hospital de Especialidades Vida Mejor, del Instituto de Seguro Social de los Trabajadores (ISSTECH), en Tuxtla Gutiérrez, estando al frente del área COVID-19.

La detención del médico ha causado indignación entre el gremio, que señala que su compañero está siendo criminalizado por las carencias del sistema de salud ante la pandemia. El pasado viernes, personal médico se movilizó en Chiapas y la Ciudad de México para exigir la inmediata liberación de Vicente Grajales, acusando también influyentismo en el caso. La familia del médico también ha salido en su defensa, resaltando que, contrario a lo que se le acusa, él ha salvado vidas arriesgando la suya. «Mi esposo no es político. Es un médico al que le apasiona su trabajo. Se sentía feliz al ver salir adelante a sus pacientes que padecían COVID-19. Estaba orgulloso porque su hospital era el que había tenido mejores resultados frente a la pandemia en Chiapas», dijo Fernanda Ochoa en entrevista con El País . La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) ya investiga el caso, y exhortó a las autoridades involucradas que ejerzan el debido proceso y en estricto apego a los derechos del imputado.