CDMX.-En los últimos dos años en la Ciudad de México se han registrado de manera constante una serie de asaltos en donde las víctimas caen en la trampa de lo que pareciera ser una gran oferta.
Personas que anuncian en sitios de internet como Segunda Mano o Mercado Libre, la venta de motocicletas o automóviles a bajos precios, pero en realidad son delincuentes que lo único que buscan es robarles el dinero.
En distintos hechos, la policía capitalina ha realizado varias detenciones de hombres y mujeres con ese modo de operar.
De acuerdo con los reportes, al menos una vez al mes una persona es baleada por este tipo de ladrones y en ocasiones las víctimas han perdido la vida al resistirse del asalto.
Sí me acaban de asaltar cuatro individuos con arma de fuego en 5 de Mayo. Nos quitaron 80 mil pesos”, narra un joven que iba a acompañado de su padre y juntos fueron víctimas de estos delincuentes.
De acuerdo con las autoridades, los sujetos operan en Hidalgo, Ciudad de México, Puebla y Estado de Mexico.
Su modo de operar es: primero ofrecen el vehículo a un precio atractivo, hacen las llamadas, incluso envían fotografías y se citan con la posible víctima en algún lugar para generar confianza.
Supuestamente los vendedores le dicen a los clientes “vamos a vernos en mi casa”, por lo que proporcionan una dirección la cual resulta falsa. El comprador con la confianza de que va a ir a la casa del vendedor llega toca la puerta sale la persona y le informan que no hay tal venta de autos, cuando la persona se retira los delincuentes ya lo esperan y lo asaltan.
Para evitar ser víctima de este tipo de ladrones, las autoridades aconsejan:
Si está interesado en comprar un vehículo y observa que el costo es muy económico, es mejor dudar de la veracidad de esta oferta. En ocasiones los delincuentes aseguran que por una emergencia están realizando la venta del vehículo.
Trate de reunirse por lo menos en dos ocasiones con el vendedor, no lleve el dinero en primera instancia.
No se reúna con personas en calles solitarias, los delincuentes convencen a las víctimas diciéndoles que se verán en una calle tranquila para que pueda manejar el carro o conocerlo. Es mejor reunirse en un lugar público con seguridad, como un banco dentro de una plaza comercial.
