SIilao, Guanajuato.- Habitantes del municipio de Silao, Guanajuato, han salido a las calles a exigir justicia para Bibiana Monserrat, una niña de 12 años de edad quien el pasado 6 de marzo fue ubicada en una finca de la comunidad e Coecillo con señas de abuso sexual y murió horas después al recibir atención médica.
Familares de la menor y demás personas que integran el Colectivo Regla Rota Salamanca acudieron este domingo ante la Presidencia Municipal de Silao y las instalaciones de la Fiscalía General del Estado de Guanajuato para exigir que no se deje en libertad al presunto culpable de la violación y muerte de la menor.
El hoy detenido ha sido indentificado como Oscar «N», quien sería cuñado de Monse, sin embargo, los familiares de la niña temen que este recupere su libertad en las próximas horas y además, vuelva a cometer otro daño irreparable como el que ya cometió.
Con pancartas en mano y gritos, los manifetantes han exigido a las autoridades que se aplique la ley en contra del presunto agreso y se le jusgue al agresor por el delito de feminicidio, ya que «Monse» murió en el Hospital General de Silao horas después de ser rescatada a consecuencia de las heridas que presentaba en su cuerpo.
«El infeliz abusó de ella y no conforme con ello, le arrebató su vida, sus sueños y anhelos»
Fueron parte de las lamentaciones que este domingo se les escuchó decir a familiares de la menor, quienes fueron acompañados por un grupo de feministas quienes les ayudaron a reclamar justicia.
Imagen que circula en rede sociales con un dibujo del rostro de Bibiana Monserrat y exigencias de justicia para la menor de 12 años de edad, quien el pasado 6 de marzo fue localizada en una finca de el Coecillo, municipio de Silao, Guanajuato, con señas de abuso sexual y finalmente falleció en un hospital.
En las instalaciones del Palacio Municipal y de la Fiscalía los manifestantes colocaron cartulinas con reclamos de justicia y posteriormente colocaron un altar en la Plaza Cívica Miguel Hidalgo, con más imágenes de Monse, cartulinas y veladoras.
«¡Todas somos Monse!», «¡No estamos todas, nos falta Monse!»
Gritaban mientras se movilizaban por las principale calles de Silao.
