La CDMX analiza reconstruir la Línea 12

El peritaje de la empresa DNV abarcará hasta el diseño original. Una de las opciones es hacer subterráneo el tramo elevado.

Andrés Lajous Loaeza, secretario de Movilidad, informó este martes que el Metro de la CDMX analiza la reapertura de un tramo de la Línea 12

El tramo elevado de la Línea 12 podría tirarse y reconstruirse de forma subterránea para garantizar su operación.

El ingeniero civil Enrique Rodríguez Ramírez dijo a La Jornada que el desplome de la trabe en la Estación Olivos se pudo deber al suelo en donde se construyó, además de fallos estructurales identificados en su cierre en 2014, por lo que su propuesta para poder poner en operación a la ruta del Metro de manera segura es que el tramo elevado sea subterráneo.

Myriam Urzúa, secretaria de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil de la Ciudad de México dijo a W Radio que el gobierno no descarta que después del peritaje se tome opte por esta vía y se tome la decisión de tirar la parte dañada y edificarla de nuevo.

La opción se considera ya que el peritaje, con costo de 20 millones de pesos que lleva a cabo la compañía noruega DNV, abarcará la causa-raíz de la Línea 12, por lo que estudiará desde el diseño y construcción, hasta la operación y mantenimiento.

Ventajas y desventajas de la construcción elevada o subterránea, planteadas durante su diseño. (Foto: Informe de la Comisión de Investigación del Distrito Federal sobre el cierre temporal de la Línea 12 en 2014. )

En 2007, cuando se planteó la obra, el plan contemplaba que el tramo elevado sería subterráneo, no obstante se decidió cambiarlo para reducir el costo. Al inicio el consorcio Carso-ICA-Alstom propuso una obra por un valor de 19,000 millones de pesos, pero luego de los cambios y negociaciones con el gobierno, el monto se redujo 2,000 millones.

La propuesta
Enrique Rodríguez Ramírez, quien tiene trabajó en la construcción del interceptor oriente del drenaje profundo y fue asesor de la Secretaría de Obras y Servicios durante la titularidad de Jorge Arganis, entre otros, explicó a La Jornada que un mantenimiento adecuado no será suficiente para garantizar la seguridad de los usuarios del Metro en la Línea 12.

Por lo que considera que el viaducto elevado debe desarmarse y cambiar la ruta a un lugar con suelo más estable de manera subterránea, ya que en la zona en la que se encuentra estaban las orillas de los lagos de Xochimilco y Chalco, por lo que se denomina de transición abrupta.

El experto destaca que las columnas del tramo se hicieron de concreto con acero, por lo que se dilatan distinto y pueden provocar que las columnas se muevan y afecte toda la resistencia de la estructura.