En Opinión: “Clasemedieros, no” por Sócrates Campos Lemus

¡QUE CONSTE,…SON REFLEXIONES!

          Ahora vemos que el Presidente de la República se le va al cuello a la clase media, alegando qué ha volteado bandera y que en realidad se ha dejado manipular por la guerra sucia, y por los viejos teóricos que han protegido el desarrollo del movimiento neoliberal en el país. Es seguro que el Presidente, a veces en esa formación, radicalizada qué tiene por avanzar en la cuarta transformación, y de mantener realmente una unidad dentro de una organización; que en verdad, no tiene, ni la unidad, ni la organización, como es Morena, a veces le deja serios vacíos; no solamente en el pensamiento, sino en las acciones de respuesta que tiene que dar a los ataques políticos; y recibe desde varios frentes. Es de recordar qué, gran parte de la formación de la estructura del movimiento de regeneración nacional, se ha debido, más que a la clase media; una clase que se dio cuenta, y que tomó la bandera de un cambio por los desmanes, las corruptelas, el entreguismo y todo lo que representó en su momento el movimiento encabezado por los ex presidentes de la República, que se conoce como el nuevo neoliberalismo en el país. Es de señalarse, que en todo el gabinete y en toda la organización política que sostiene Morena, no tenemos a la vista ni obreros, y solamente algunos campesinos, que por ahí andan rondando en las organizaciones alejadas de la estructura de carácter nacional.  

          Es claro que el propio Presidente, no es por criticarlo, viene de esa clase media, qué tanto ahora critica, pero que fue finalmente, la punta de lanza, que movilizó las estructuras políticas, y concientizó a muchos grupos, para que se incorporarán a la visión del Presidente López Obrador en su lucha transformadora; donde promete no hacer un cambio solamente administrativo, sino que profundizara hasta un cambio de carácter de sistema. Podemos entender que en política se tiene que realizar muchas acciones encaminadas a mantener relaciones con otros niveles de la composición política y social del país; pero podríamos también señalar, que, seguramente gente como Harp Helú no tiene una Concepción social, ni anda cerca del Presidente buscando un cambio de sistema, sino protegiendo lo que se ve como la creación de un enorme negocio, en el caso del béisbol en todo el país; él protege sus negocios, sus intereses y no se fija en la ideología ni en las convicciones. Esto lo podríamos explicar también con muchos de los grandes empresarios que ahora se les ve rondando al lado del Presidente con aparente seriedad para apoyar acciones importantes del cambio; pero la verdad de las cosas, es que lo que tanto se criticó, de que había aquel viejo grupo de la mafia del poder, es ahora una realidad; porque sigue en ese grupo, y parte de él, recibiendo los recursos públicos, obteniendo los bienes del estado y conservando contratos y concesiones para usarlos en sus negocios privados. Esto ha sucedido también en muchas de las delegaciones que se han perdido las diligencias que mantenían el poder político; en tales delegaciones, solamente se dedicaron, en algunos casos, a proteger al grupo al cual pertenecen, y no ver las condiciones que necesitaba el propio Presidente para ampliar las acciones que se tienen que hacer en esa transformación, no, se dedicaron a proteger sus intereses de tribus, y por lo tanto abandonaron o golpearon a los otros grupos que ahora se han manifestado en una forma negativa en contra de la organización, que en un momento tuvieron tanta confianza, y sobre todo dejaron mostrar su desilusión en contra del Presidente, que nada tiene de responsabilidad en esas reacciones que han degenerado muchas relaciones en varias partes del país, por los intereses de esas tribus y de esos grupos, que solamente andan en busca de los puestos y presupuestos en este momento. El Presidente tiene que cuidar, por supuesto, a sus gentes, que él, en un momento dado, lanzó como sus mejores elementos, para una posible sucesión políticas en el país; en varias colaboraciones, explicamos, nosotros, que esto no era nada bueno, ya que seguramente despertaría las ambiciones internas y las de los demás grupos políticos, para buscar todos los defectos corruptos o defectos que se vayan dando con estas personas, y ahí están las consecuencias, y lo que hemos dicho; los ataques no solamente son con base a muchos argumentos claros, sino también con una fuerte presión de carácter nacional e internacional, para obligar a las negociaciones en los momentos críticos, de una sucesión presidencial adelantada en México. Así hemos visto que, sin duda alguna, el Presidente muestra lealtad para atender a sus mejores hombres; como él lo dice o mujeres, pero lo que todo el mundo se pregunta, es si esa lealtad realmente está dentro del seno del círculo más cercano al Presidente; y es por ello que, ahora no solamente se tiene que mostrar lo que se debe hacer, para lograr los cambios con base en organización, en convicciones y en ideología, donde se muestre realmente el programa de transformación, y no la protección de intereses de pequeños grupos empresariales, que ahora siguen mamando del presupuesto nacional.