En Opinión: “Fifi burócrata y fifi fifi” por Sócrates Campos Lemus

¡QUE CONSTE,…SON REFLEXIONES!

          Amigos, decía mi padre, es hombre sabio, y que estuvo durante muchos años en las famosas luchas juveniles, y que logró salir de su calle, en calle, salir de su calle pobre y desgraciada de la colonia, gracias a que supo en un momento dado que la educación y las relaciones eran lo que le permitiría tener un ascenso en la sociedad mexicana de la época. Por esta razón se dedicó en una gran parte de su vida fundamentalmente a desarrollar extraordinarias relaciones de carácter político científico, con gente destacada de la universidad y de otros centros de estudio de nivel internacional; por esta razón, logró tener en un momento las becas adecuadas que le permitieron salir al extranjero a las especializaciones que le dieron valor a su estudio, y sobre todo, que le abrieron las puertas al gran desarrollo de los negocios y de las relaciones en su vida profesional y familiar. Por esta razón, él decía, que no hay que dejar a un lado a esos muchachos serios creídos de sí mismos, que en un momento se sienten transformadores sociales, y que finalmente lo que muestran en muchos de ellos, es su resentimiento y su dejadez en la vida familiar, que no les ha permitido tener elementos para salir adelante; así se fue forjando Mario; Mario se vestía siempre de esa forma de vestir, de joven burócrata, con las mismas corbatas absurdas y grandes, con esos trajes brillosos de tanto planchar, de esos zapatos viejos a los, cuales les daba grasa, pero se veían agrietados, con los tacones más raros; pero era el que siempre llevaba un libro sobre Marx, o sobre Lenin, o sobre Stalin, y por supuesto no le podía faltar el periódico de la jornada; así llegaba a la escuela, antes de que llegaran los maestros, se paraba cuando entraban, y se ponía atento a las clases, y al final de las mismas hacia las mismas preguntas de lo que había tratado la clase para darse a conocer; era digamos, un lame huevos para muchos maestros, y para otros, era simplemente un joven atento que trataba de buscar elementos de superación.  

          Cuando alguien lo invitaba a ir a tomar algún café, nos acompañaba, pero él no tomaba nada, era obvio que no llevaba dinero, y comenzaba a darnos largas peroratas de que ya no fumáramos, de que ya no saliéramos en las noches a buscar a las chachas, de que nos dedicáramos a los fines de semana estudiar en grupos y no andar en la pachanga; y era lógico que además nos daba clases de historia de economía, de sociología y de las luchas sociales; a todos nos caía entre bien y mal, pero ahí lo soportábamos. Él andaba siempre atrás de una chica que se llamaba Lombarda, imagínese usted, es lombarda. Su madre, una señora gorda que siempre estaba atenta a lo que hacía lombarda en la escuela, y cuáles eran las relaciones con las que andaba; e incluso invitaba a los muchachos a que fueran a comer tacos dorados a su casa para irnos conociendo; a través de intensas preguntas que les daba la chica lombarda; era una chica de “buen ver” y todos, por supuesto, que andaban tras ella, pero la madre siempre prefería a Mario, porque decía que él no era como todos los demás, que era hombre serio, que siempre estaba estudiando, que los fines de semana se lo encontraba en su casa irremediablemente estudiando, y no andaba como los demás en los reventones y en los desmanes; así que, bueno, ustedes dirán, no nos caía ni muy bien, pero no nos causaba mayor interés, que el buscar, para no encontrar.

          Finalmente cuando terminamos la escuela, Mario había logrado que lo becaran en Estados Unidos para hacer una maestría, en una de las universidades importantes, pero andaba en búsqueda de que alguien le patrocinará el viaje, y sobre todo, le ayudara con un poco de otros recursos para poderse mantener allá; Lombarda, por supuesto, siguiendo los consejos de la madre, no dejó pasar el momento, y llegó un tiempo en que de pronto ella quedó embarazada, y bueno, Mario como hombre serio, por supuesto que dejó todo, y ya no pudo continuar con aquel ideal, con el que tenía para continuar con sus estudios; ahí comenzó su tormento, entró a trabajar con la ayuda de mi padre en la secretaría de economía en un puesto bueno de buen nivel, pero al encargado de aprobar estudios y sobre todo concesiones no se le pedía mucho, se le daba por parte de mi padre una compensación, y mi padre decía que era para que pudiera desarrollarse mejor; así le fue consiguiendo un primer departamento, de esos de interés social, y le ayudaba por atrás de todo a que se pagarán los meses de las mensualidades que tenía que ir dando para cubrir sus necesidades; esto lo hizo un gran admirador de mi padre, y algunos de nosotros que éramos vagones y ya andábamos en otros niveles con otros tipos de amistades; con otras relaciones haciendo negocios, apoyados por supuesto con recursos de mi padre, podríamos lograr a través de Mario muchas aprobaciones, y eso nos dejaba a nosotros grandes cantidades de dinero, y a él, por supuesto, un apoyo que le seguían prestando; así fue creciendo, él se dedicó a la lucha sindical, ahí creció, en la lucha sindical obviamente con el apoyo y financiamiento de grupos importantes de gente que tenía grandes intereses como mi padre, y otros políticos en esa secretaría, y le dieron por supuesto un triunfo por los recursos y las acciones que le pudieron brindar, para que logrará esto, él se fue a la izquierda, esto a veces molestaba a algunos, pero mi padre decía que no era malo, que finalmente al tiempo, un día los necios de la izquierda llegarían al poder, como están hoy, están en el poder, hoy se sienten los cambiadores y revolucionarios, que nunca tuvieron el valor para tomar las armas o las acciones directas en las posturas que muchos otros arriesgaron la vida y la libertad, pero ellos se sienten herederos de esos movimientos y levantamientos en el país, y así pues ya estando aquí, se relacionaron sin duda alguna con Andrés Manuel López Obrador.

          Andrés Manuel López Obrador es un buen tipo, sin duda, es un tipo honesto, pero es un tipo, no solamente idealista, sino también inocente, él cree que será el ejemplo, él que dará la obligación a los demás, para que sigan en ese camino, y no sabe que las ambiciones de los hombres son superiores a esas posturas idealistas que marca el Presidente; así hay que suponer que Mario, un hombre Modesto, que siempre había mantenido un nivel de vida, en ese sentido, podía tener, por el otro lado las relaciones suficientes para hacer negocios, y tener los ahorritos que la esposa, la suegra y la familia le pedían que mantuviera, porque no se sabía hasta cuánto se podía mantener esos estatus, y no sabían lo que podía pasar en el futuro; ah sí por supuesto que fuimos parte importante de ese tinglado, nosotros bajo la dirección de mi padre, otros funcionarios ricachones y yo, éramos los que hacíamos los tratos con los inferiores que Mario me marcaba, para que estos aprobaran, y ahí les damos una lanita; total, como siempre, nadie se resiste a una buena tajada en cualquier negocio, así ahora vemos, cómo han aparecido muchos pequeños burgueses de esos que estaban ahí abandonados, resentidos en las escuelas y en sus oficinas; ahora gozan de carrotes, de viajes, de las relaciones con los hombres del poder, y con muchos hombres del poder económico que les dan por supuesto, bola, porque nadie se pelea con sus intereses, y así los traen ahí, ellos se sienten muy importantes, pero la verdad es que la atención que le prestan a ellos, los hombres del poder económico, solamente se la prestan porque están protegiendo sus intereses, no porque les interesen los cambios que ellos proponen y las modificaciones sociales en las cuales están, disque metidos al lado de su guía, por esta razón, qué grave es cuando realmente conoces lo que sucede en muchos lados, que el propio Presidente piense que todos deben tener una postura en donde se olviden de las riquezas y comiencen a dorar las pobrezas; sí, como los santos de esos que manejaban los pobres y que dejaban los zapatos y andaban recorriendo las calles para tratar de buscar caridad, para dar limosna; esto no es así, la sociedad es una sociedad ligada a los grandes intereses; y las ambiciones son muchas, y por esta razón vemos que las confrontaciones también se dan ahí, comienzan a salir la pus de un sistema, la pus incluso, de un sistema, que está dentro del sistema que atenta contra ese sistema, y es cuando las cosas pueden estallar, porque no hay nada peor que una desilusión, y si Andrés Manuel López Obrador no se da cuenta de esta postura y de esta situación real, podría generar una cosa como lo que le pasó por supuesto a Madero, a Madero le pasó por inocente, por no destruir al ejército que había dejado la anterior administración, y los anteriores intereses, y hoy Andrés Manuel, no destruye los intereses omisos, destruye los cambios del sistema, y esto le puede llevar, también, a que el mismo estado que llevo a Madero, a hacer de él un mártir, y no un gobernante, que siguiera sirviendo al país, como éste se merece, sería bueno que se viera lo que realmente está sucediendo por el bien de él, y por el bien de todos. No olvidar que en política, socios o cómplices, que en política los amigos son de mentiritas, y los enemigos de verdad, y que finalmente los carniceros de hoy podrían ser las reses del mañana.