La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) condenó “la exposición pública de una adolescente de 15 años durante una manifestación en contra de la interrupción voluntaria del embarazo”, llevada el pasado 3 de octubre en la Ciudad de México.
En redes sociales, la CIDH señaló que la exhibición del citado procedimiento de salud “no atiende el interés superior de la adolescente”, y recordó la responsabilidad del Estado en la protección integral de los menores de edad, “incluyendo la identidad e intimidad con perspectiva de género”.
La adolescente con 38 semanas de gestación fue sometida a un ultrasonido frente a miles de personas reunidas en el Ángel de la Independencia, y el hecho fue grabado y difundido digitalmente. “Este es el baby shower más grande”, señaló una de las voceras de las organizaciones convocantes.
La CIDH recordó al Estado mexicano su responsabilidad de proteger integralmente a niñas, niños y adolescentes, “incluyendo la identidad e intimidad con perspectiva de género”.
Para el organismo, la exposición pública de la menor sometida a un ultrasonido, “no atiende el interés superior de la adolescente”, por lo que insistió en la responsabilidad del Estado de protegerla.
Para culminar la marcha que inició en el Auditorio Nacional y terminó en el Ángel de la Independencia, una jovencita identificada como Ana, fue colocada en una camilla, al lado de un equipo de ultrasonido, y fue revisada por un médico, frente a unas cinco mil personas de personas que gritaban “¡Sí a la vida!”.