El dueño del Chelsea FC no podrá beneficiarse económicamente de la venta del club; El gobierno británico prohibió a los «Blues» la compra de jugadores y la venta de entradas al estadio, camisetas y futbolistas.
Este jueves se congelaron los activos en Reino Unido del oligarca ruso Roman Arkadyevich Abramovich, debido a su “estrecha relación” con el presidente de su país, Vladimir Putin. El gobierno británico, encabezado por Boris Johnson, lo confirmó.
Posteriormente, el Parlamento inglés publicó una lista de siete multimillonarios nacidos en Rusia que serán sancionados económicamente por tener vínculos con Putin, en respuesta a la invasión rusa a Ucrania, que comenzó el pasado 24 de febrero.
El primer ministro británico Boris Johnson aseguró que no pueden haber refugios seguros para las personas que apoyan la agresión a Ucrania. Luego comentó:
Las sanciones anunciadas hoy son un paso más en el apoyo inquebrantable del Reino Unido al pueblo ucraniano. Seremos implacables en la persecución de quienes permiten la matanza de civiles, la destrucción de hospitales y la ocupación ilegal de aliados soberanos
Tras el estallido de la guerra, Arkadievich Abramovich, puso a la venta al Chelsea.
Entre los sancionados también se encuentran: Igor Sechin, consejero delegado de la empresa Rosneft, y Oleg Deripaska, parte del grupo En+, su fortuna se estima en más de 2 mil millones de euros.
Sanciones para el Chelsea
La sanción impuesta por el gobierno británico no permite a los “Blues” llenar su estadio, vender o comprar jugadores, ni renovar a futbolistas. Además, la venta del equipo será administrada por la fundación del club.
La operación más importante que queda en el limbo es la venta del conjunto inglés. Arkadievich Abramovich quería vender al equipo londinense pero las sanciones llegaron y ahora, no podrá beneficiarse económicamente de cualquier transacción.
Aunque el magnate ruso ya había declarado que todo el dinero que consiguiera a cambio del equipo iría destinado a las víctimas de la guerra de Ucrania.
Otro de los golpes a las finanzas de los dirigidos por Thomas Tuchel llega en el estadio: no podrán vender entradas para partidos a partir de este 10 de marzo. Solo los socios podrán ir a los encuentros.
Las cifras no son públicas, pero se calcula que el club de Fulham tiene entre 28,000 y 30,000 socios; en tanto, la tienda oficial, a las afueras de Stamford Bridge, queda cerrada de inmediato.
El único ingreso de dinero que tienen los londinense es por las retransmisiones televisivas de sus partidos, pero este irá a un fondo para continuar pagando los salarios.
Por ahora, Chelsea tiene una licencia especial para que pueda seguir operando con cierta normalidad y de esta forma podrá pagarle a sus empleados.
En lo deportivo, se abre una gran incertidumbre con la próxima temporada a solo cinco meses de comenzar. Si nada cambia, el equipo inglés no podrá renovar a Antonia Rüdiger, titular habitual y Andreas Christensen.
La situación de no poder vender ni comprar jugadores no es nueva, ya la habían sufrido gracias a una sanción de la FIFA en 2019 y eso le sirvió para desarrollar a futbolistas como Mason Mount y Reece James. Pero ahora la situación es mucho más grave.
