La estrategia responde a las nuevas demandas en la edificación e infraestructura con un enfoque verde.
La cementera mexicana Cemex anunció un plan agresivo para lograr que más de la mitad de las ventas de cemento y concreto de la compañía provengan de sus productos verdes o bajos en emisiones de carbono, Vertua, para 2025.
Fernando González Olivieri, CEO de Cemex detalló que la estrategia responde a las nuevas demandas en la edificación e infraestructura con un enfoque verde, en línea con las metas de la compañía para alcanzar la neutralidad de carbono en la producción de cemento.
“El objetivo final de nuestro programa Futuro en Acción es ofrecer a nuestros clientes productos y soluciones con cero emisiones netas de carbono”, señaló en un comunicado.
Agregó que sólo en el primer trimestre de este año las ventas de Vertua ya superan casi el doble que el año pasado por la demanda de productos bajos en carbono.
“El cemento y el concreto Vertua representaron el 34 por ciento y el 31 por ciento de las ventas totales, respectivamente, en el primer trimestre de 2022, casi el doble que el año anterior”, aseguró.
Detalló que actualmente los productos de Vertua, lanzados durante la pandemia por Cemex, logran reducir hasta en un 25 por ciento las emisiones de carbono en el cemento y del 30 por ciento en concreto.
La compañía opera el producto en más de 17 países, incluido México, donde ya se aplica el producto en proyectos de infraestructura como la construcción de la carretera Querétaro-Irapuato, el nuevo tren de alta velocidad HS2 en Londres y un rascacielos en Marsella.
¿Cuánto le costaría un boicot a Rusia?
La energía es el pilar principal del presupuesto del Kremlin. Entre 2011 y 2020, el gobierno ruso recibió un promedio del 43 por ciento de sus ingresos a partir del crudo y el gas natural.
Aunque el precio del principal referente de exportación ruso a Europa, el crudo de los Urales, ha sido reducido 35 dólares por barril en comparación con la mezcla Brent de referencia internacional, las pérdidas de ingresos de Rusia han sido limitadas hasta ahora debido al alza generalizada en los precios del petróleo.
Estos ingresos en divisas extranjeras están ayudando a apuntalar las finanzas rusas en medio de las sanciones.
Las sanciones más recientes probablemente tendrían un “impacto significativo” en la capacidad de Rusia de seguir financiando la guerra debido a su dependencia del mercado petrolero europeo, dijo John Lough, académico asociado en el programa de Rusia y Eurasia del Real Instituto de Asuntos Internacionales en Londres.
“Reducciones adicionales de los ingresos por impuestos federales, además del ya anticipado declive de entre el 5 por ciento y 10 por ciento en el PIB debido a las sanciones existentes, tendrán enormes consecuencias en el gasto gubernamental en todos los sectores, y podrían generar un grave descontento social”, señaló.
Pero advirtió que el embargo también conlleva riesgos.
“Un marcado incremento en los precios del crudo podría mitigar los efectos sobre la economía si Rusia es capaz de redirigir su crudo hacia mercados no europeos”, añadió.
En tanto, Moscú intentará aprovechar las diferencias entre los miembros de la UE, las cuales podrían empeorar con el aumento en los precios de la energía.
