‘Militarización de la seguridad amenaza los derechos humanos’: Human Rights Watch

Foto: Cuartoscuro / Redacción AN / LP

HRW hizo un llamado al presidente López Obrador para ‘abandonar la estrategia abusiva y fallida de seguridad militarizada adoptada por sus predecesores’.

La organización internacional Human Rights Watch (HRW) advirtió que la propuesta del presidente Andrés Manuel López Obrador de formalizar y extender por tiempo indefinido el control militar de las tareas de seguridad pública “constituye una grave amenaza a los derechos humanos y la transparencia”.

“Casi dos décadas de intervención militar en seguridad pública no han logrado poner fin a la violencia implacable de los cárteles mexicanos y han propiciado innumerables atrocidades cometidas por soldados y marinos, con casi total impunidad”, manifestó el organismo a través de un comunicado de prensa.

HRW hizo un llamado al presidente López Obrador para “abandonar la estrategia abusiva y fallida de seguridad militarizada adoptada por sus predecesores y emprender un esfuerzo para fortalecer las instituciones de seguridad y justicia de carácter civil en México”.

El comunicado señala que los militares, que han sido desplegados desde 2006 para tareas de seguridad pública, han cometido violaciones generalizadas de derechos humanos que incluyen ejecuciones, desapariciones forzadas y tortura, sin reducir los niveles desorbitantes de violencia.

Destaca que en esta propuesta los militares estarían facultados de manera indefinida a seguir realizando una amplia variedad de tareas tradicionalmente desempeñadas por las autoridades civiles de seguridad pública.

“Estas incluyen detener e interrogar a civiles, resguardar la escena del crimen, recoger y preservar evidencias, detener a migrantes indocumentados y obtener órdenes judiciales para rastrear la actividad y la ubicación de teléfonos celulares”.

Señalaron que, cuando estas tareas han sido asignadas a soldados y marinos en el pasado, han detenido en forma arbitraria a civiles, “en ocasiones sobre la base de pruebas inventadas, los han mantenido en bases militares sin imputarles ningún delito, los han sometido a golpizas, simulacros de ahogamiento, descargas eléctricas y, a veces, han amenazado con violarlos, a menudo para extraer confesiones por la fuerza”.