
Redacción La Onda Oaxaca – Wilfrido Hernández Cardozo
Este lunes marcó el inicio de la prueba piloto del Centro de Transferencia que se construye en el municipio de Santa Cruz Xoxocotlán, ubicado en los Valles Centrales de Oaxaca. Esta nueva infraestructura tiene como objetivo mejorar la gestión de los residuos sólidos urbanos, optimizando el proceso de recolección, concentración y traslado de la basura generada en los municipios cercanos. La prueba piloto permitirá evaluar el funcionamiento del centro antes de su puesta en marcha definitiva.
Desde temprano, camiones del servicio de recolección de basura comenzaron a ingresar a las instalaciones del Centro de Transferencia, llevando desechos provenientes de los municipios de Oaxaca de Juárez, Santa Cruz Xoxocotlán y Santa Lucía del Camino. Estos camiones no solo trajeron residuos domésticos, sino también otros tipos de desechos generados por la actividad comercial, lo que da una idea más precisa de cómo será la operación en el futuro. Los encargados del proyecto explicaron que el objetivo de este centro es que toda la basura que llegue sea compactada y concentrada en góndolas, las cuales posteriormente serán transportadas hacia el futuro Centro Integral de Revalorización de Residuos Sólidos Urbanos (CIRRSU), cuya construcción también está proyectada en la región. Este proceso busca reducir los costos logísticos, mejorar la eficiencia en la gestión de residuos y, eventualmente, reciclar y reutilizar materiales.
La prueba piloto es un paso importante en la consolidación de este proyecto, que ha generado tanto expectativas como preocupaciones en la comunidad local. A pesar de los avances, la iniciativa ha sido recibida con reservas por algunos grupos de la población, especialmente por los vecinos del municipio de San Antonio de la Cal. Estos pobladores se han manifestado públicamente en varias ocasiones, alegando que no fueron informados de manera adecuada sobre la firma del convenio que permitió la construcción del Centro de Transferencia. De acuerdo con sus declaraciones, nunca se les consultó sobre la ubicación del centro ni sobre las posibles implicaciones que tendría para la comunidad.
Además, los opositores al proyecto han señalado que el Centro de Transferencia aún no está en condiciones óptimas para su funcionamiento. Aseguran que faltan detalles clave en las instalaciones, tales como la infraestructura adecuada para el manejo de los residuos, sistemas de seguridad, y mecanismos para mitigar posibles impactos ambientales, como la contaminación del aire y del agua. En particular, se han mostrado preocupados por la falta de un plan claro para el tratamiento de residuos tóxicos o peligrosos, que podrían contaminar la zona si no se manejan de manera adecuada.
Una de las demandas más frecuentes entre los inconformes es la necesidad de que las autoridades realicen una consulta ciudadana más amplia, en la que todos los sectores de la población sean escuchados y sus preocupaciones sean tomadas en cuenta. Aunque el proyecto del Centro de Transferencia fue presentado como una solución integral para la gestión de residuos en los municipios involucrados, los vecinos de San Antonio de la Cal insisten en que no se les han cumplido varias de las promesas realizadas en las mesas de diálogo previas, como el compromiso de garantizar que el centro operaría bajo estrictos estándares de seguridad y respeto al medio ambiente.
A pesar de las críticas y preocupaciones, los responsables del proyecto aseguran que se están tomando todas las medidas necesarias para que el Centro de Transferencia cumpla con las normas ambientales y de seguridad. Destacan que se ha trabajado de la mano con expertos en gestión de residuos y que, durante la prueba piloto, se monitorizarán todos los aspectos relacionados con la operación del centro, como la eficiencia en la compactación de residuos, la capacidad de almacenamiento y las rutas de transporte hacia el CIRRSU. Además, se comprometen a escuchar las preocupaciones de la comunidad y a realizar ajustes en caso de ser necesario.
Este conflicto pone de manifiesto la importancia de la participación activa de la ciudadanía en proyectos que pueden afectar de manera directa a su entorno y bienestar. En este caso, la gestión adecuada de los residuos sólidos es un tema de gran relevancia para los municipios de los Valles Centrales, dada la creciente urbanización y el aumento de la generación de basura. Sin embargo, es fundamental que las autoridades y los responsables del proyecto logren un balance entre la modernización de la infraestructura y el respeto a los derechos e intereses de las comunidades locales.
El futuro del Centro de Transferencia y el CIRRSU dependerá en gran medida de la capacidad de las autoridades para resolver las preocupaciones de los vecinos y asegurar que el proyecto se ejecute de manera transparente y beneficiosa para todos. En este sentido, la colaboración entre autoridades locales, expertos en el manejo de residuos y los ciudadanos será clave para lograr una solución sostenible y eficaz.