El Malecón Tajamar sigue, no hay razones jurídicas para detenerlo: Fonatur

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No existe razón jurídica ni técnica para detener el proyecto del Malecón Tajamar, porque las obras sólo produjeron un impacto ambiental previamente calculado, toda vez que los impactos ambientales se hicieron de acuerdo con una autorización otorgada por la autoridad.

Así lo dio a conocer el director jurídico del Fondo Nacional de Turismo (Fonatur), Manuel Mercado, quien insistió en que el proyecto se llevó a cabo conforme a los requerimientos ambientales señalados por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) hasta 2006.

Tras rechazar la existencia de algún impediente, Mercado explicó que el proyecto continuará conforme a lo programado, una vez que Fonatur terminó con su parte correspondiente, que consiste en el proceso de urbanización del lugar.

Esto implica, indicó, labor de construcción de vialidades, guarniciones, banquetas, drenaje, iluminación y lotificación de la zona, labor que ya se realizó de 2006 a 2012 y concluyó para conectar el desarrollo de esta área con la zona hotelera de Cancún.

Sin embargo, este martes 26 de enero, el juez Segundo de Distrito en el Estado de Quintana Roo, Gerardo Vázquez Morales, fijó la audiencia incidental en el caso del Malecón.

Durante esta audiencia, el juez Gerardo Vázquez Morales podría otorgar la suspensión definitiva de la obra o que se sobresee el juicio.La suspensión se daría siempre y cuando los quejosos demuestren que la destrucción del manglar daña el ambiente y que no hubo un rescate de la flora y la fauna como lo marca la ley.

Aclaró que todas las actividades de desmonte realizadas hasta hoy se llevaron a cabo con las respectivas autorizaciones otorgadas por autoridades de la Semarnat durante la pasada administración federal y cuya vigencia termina el 8 de febrero próximo.

Explicó que, de manera paralela, Fonatur donó tres mil 533 hectáreas comercializables colindantes al Malecón Tajamar, sobre las cuales renunció al derecho para ponerlas en donación a la Semarnat para que con ellas se creará el Área Natural Protegida Manglares de Nichupté.

Dicha área, abundó, es administrada actualmente por la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) y es reconocida por la convención de Ramsar para la protección de humedales.

Por lo tanto la elección del polígono para el desarrollo específico de proyecto Malecón Tajamar se da conjuntamente con las autoridades competentes en virtud de que específicamente este polígono no se encuentra comprendido en el inventario de sitios Ramsar internacionalmente reconocidos.

Reiteró que desde 2006 iniciaron las obras de urbanización, cuyos impactos ambientales calculados abarcaron una superficie de 74 hectáreas, de donde fueron extraídas las especies que pudieran correr peligro para reubicadas en un EcoParque.

De hecho, aclaró, de acuerdo con un estudio realizado por la Universidad Autónoma de Yucatán, se corroboró que no había señal de existencia de especies que anidarán debido a que dicho terreno tuvo un impacto ambiental de la zona turística de Cancún.

Dicho proceso propició la migración de las mismas especies, en tanto que las que quedaron fueron debidamente rescatadas y reubicadas en un lote de 107 hectáreas donadas al municipio de Benito Juárez para la construcción de un EcoParque.

Aseguró que tales acciones están debidamente documentadas con videos y fotografías, además se efectuaron bajo la inspección de la misma Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).