La ONU ha recibido reportes que aseguran que hay personas que están muriendo de hambre en esa ciudad, la cual está bajo control rebelde y que se encuentra cerca de la capital, Damasco.
El convoy fue el primero al que se le permitió entrar a Madaya desde mediados de octubre cuando el Programa Mundial de Alimentos de la ONU (FAO, por sus siglas en inglés: Food and Agriculture Organization) llevó un mes de raciones de alimentos para 20.000 personas.
En total, 44 camiones operados por la ONU, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), la Media Luna Roja y la FAO llegaron a la ciudad procedentes de Damasco.
Vi a un hombre que mataba gatos y le decía a su familia que se trataba de carne de conejo
Hiba Abdel Rahman, residente de Madaya
El convoy llevó alimentos y medicinas así como también cobijas, jabones y material para refugios.
Pawel Krzysiek, quien forma parte de la misión de la CICR, indicó: «La gente estaba viniendo cada cinco minutos preguntando: ‘¿Trajeron alimentos? ¿Trajeron medicinas?'».
«Algunos están sonriendo y nos saludan con sus manos, pero muchos están simplemente demasiado débiles, con una expresión muy triste, muy cansados».
Hiba Abdel Rahman, una joven de 17 años que vive en la ciudad le dijo a la BBC: «Vi a un hombre que mataba gatos y le decía a su familia que se trataba de carne de conejo. Algunas personas escarban en los basureros, otros comen hierba».
«Le pedimos comida a los combatientes, pero nos la niegan».
Tratamiento médico urgente
Alrededor de 400 personas en Madaya necesitan ser evacuadas con urgencia para recibir tratamiento médico, indicó el jefe de ayuda humanitaria de la (ONU), Stephen O’Brien.
El funcionario hizo la afirmación después de que el Consejo de Seguridad de la ONU se reuniera de emergencia para discutir la crisis en esa ciudad.
«Tenemos que tratar de conseguirlo (evacuar a las personas) y poner en marcha todas las medidas necesarias para que tan pronto como sea posible reciban el tratamiento médico. Si no, estas personas están en grave peligro de perder sus vidas y de morir por causas asociadas con desnutrición o por complicaciones por otras razones médicas», señaló O’Brien.
A pocos residentes se les ha dado permiso para abandonar la ciudad y se les pudo ver con sus pertenencias a la espera de ser evacuados.
Madaya, ubicada a unos 25 kilómetros al noroccidente de Damasco y a 11 kilómetros de la frontera con Líbano, ha estado sitiada desde julio por las fuerzas gubernamentales y sus aliados del movimiento islamista chiita libanés, Hezbolá.
El gobierno de Bashar al Asad quiere capturar a los rebeldes que están atrincherados en esa ciudad. Entre los combatientes están los miembros del grupo islamista radical Ahrar al Sham y el Frente Nusra, vinculado con al Qaeda.
Acusaciones
La organización sin fines de lucro Médicos sin fronteras (MSF, por sus siglas en francés Medecins Sans Frontieres) informó el domingo que un total de 28 personas, incluyendo seis niños menores de un año, habían muerto de inanición en Madaya desde el 1 de diciembre.
Sin embargo, tanto funcionarios sirios como miembros de Hezbolá han negado esa información.
«El gobierno sirio no está ejerciendo y no ejercerá ninguna política de hambre contra su propio pueblo», dijo el embajador sirio ante la ONU, Bashar Jaafari, según informó la agencia de noticias AP.
A los líderes rebeldes se les ha acusado de venderle alimentos a los residentes de Madaya a precios exorbitantes.
Foah y Kefraya
La situación en Foah y Kefraya, dos localidades ubicadas alrededor de 7 kilómetros al norte de la ciudad de Idblib, que está bajo control de una alianza rebelde que incluye las organizaciones Ahrar al Sham y al Nusratambién, es considerada grave, con un estimado de 20.000 personas atrapadas desde marzo.
1 camiones también entraron el lunes a esas dos localidades.
Los vehículos pudieron entrar gracias a un acuerdo al que llegaron las partes en combate.
Los camiones transportaron insumos básicos como arroz, aceite vegetal, harina, azúcar y sal así como agua, leche de fórmula, cobijas, medicinas y material quirúrgico.
Los bloqueos han sido una característica de la guerra civil en Siria. Unas 4,5 millones de personas viven en áreas que son muy difíciles de acceder para las organizaciones de ayuda.
Cerca de 400.000 personas están en 15 localidades sitiadas por la guerra y no tienen acceso a insumos básicos.
