En Opinión: “Comunicación hontesta y sin chayotes…” por Sócrates Campos Lemus

¡QUE CONSTE,…SON REFLEXIONES!

         ¡Indígnate! De Stéphane Hessel es el libro que inicia en Europa un gran movimiento, se publica en el 2011 y es: “Un alegato contra la indiferencia y a favor de la insurrección pacífica” y en él se dice, en el prólogo de José Luis Sampedro: “ Los medios de comunicación están en manos de la gente pudiente”, señala Hessel. Y yo añado: ¿quién es la gente pudiente? Los que se han apoderado de lo que es de todos. Y como es de todos, es nuestro derecho y nuestro deber recuperarlo al servicio de nuestra libertad” y, después, explica Hessel: “Una verdadera democracia necesita una prensa independiente; la Resistencia lo sabía y lo exigió: defendió la libertad de prensa, su honor y su independencia con respecto al Estado, los poderes económicos o las influencias extranjeras” Esto es lo que, desde 1944, todavía recogen las ordenanzas de prensa, Sin embargo, es esto precisamente lo que a día de hoy está en peligro” y efectivamente, una democracia se debe fundar, entre otras cosas, en la libertad de prensa, en su libertad económica y política de las fuerzas reales del poder, por esa razón, el libre juego de las ideas y de las reacciones donde cada quién explica lo que quiere o lo que entiende con honestidad y libertad es lo que garantizará un buen análisis y, para eso, son los medios de comunicación, para ligar a los sin voz  y poderle decir a los hombres del poder lo que la voz del infeliciaje está demandando, lo dirán con honestidad y en temas libres , seguramente, también, podrán existir los medios de los hombres de dinero y del poder económico pero determinarán que son sus voceros para que no se engañe a nadie, como los comunicadores independientes y sociales indicarán sus preferencias para que nadie se llame a engaño. Libertad con responsabilidad es lo que al final de cuentas cuenta en el buen desempeño de la comunicación social, hablando siempre con la verdad, sin engañar, sin mentir, como lo demandan los tiempos y las circunstancias en la actualidad.

Esto deberá formar parte de la nueva constitución moral, no se trata de ponernos dogmáticos ni perversos, la moral es una sola y está dirigida al apoyo de los valores que deben ser fincados para garantizar la buena marcha de un país, garantizar el apoyo solidario entre todos, mantener una igualdad donde a cada quién le toque lo que con honestidad produzca y no se apropie indebidamente de la riqueza social como hoy lo hacen  unos cuántos, hoy,  por el bien de todos, poner en este proceso, primeramente a los pobres para que apoyados sean una fuerza vital para el buen desempeño del trabajo diario del país ya que se han rezagado porque no han tenido oportunidades y se les ha manipulado para acciones perversas y desiguales, para proteger a unos cuántos con sus intereses en contra de los muchos necesitados.

Algunos me han reclamado de que apoyar esa forma de la nueva política para todos es, en realidad, una tendencia “comunista” y les he dicho que si lo fuera, los primeros que estarían aplaudiendo serían los comunistas y no como ahora donde son los primeros en hacer manifestaciones en contra de Andrés Manuel López Obrador, bajo el criterio de que “sigue la lucha”, olvidando que ellos se han quedado en silencio cómplice cuando los priístas o los panistas controlaban el poder y, ni siquiera, levantaron alguna vez la protesta para exigir justicia, libertad y solidaridad para los mexicanos, así que no olvidemos que, también, hay demagogos bajo los faldones del comunismo que muestran su oportunismo y desdeñan la acción de una grupo de mexicanos que en MORENA lograron establecer un gran movimiento para el cambio y, el cambio ahí está, tiene unos cuántos días y hay que darle tiempo para serenarse, para encontrar las rutas seguras para el avance de los programas que ha planteado en cien puntos, AMLO. Es muy sencillo esconderse en el “clandestinaje” ocultando la mano que les mueve dentro del dogma y la intolerancia, como por años han actuado.

Otros se burlan de la ceremonia de los representantes de los grupos indígenas y los pueblos originales donde le reconocieron , lo arroparon, lo protegieron y le entregaron el bastón de mando, algunos, se burlan de que ante un hombre de nuestras raíces, embargado de la emoción y llorando, el presidente, humildemente se inca, también, para mostrarle su respeto y su igualdad, su nuevo valor ante el poder y ante las nuevas condiciones después de más de 500 años de sometimiento, conquista, marginación, explotación, miseria.

No entiendo hasta ahora la razón por la que los hombres no pueden llorar ante un gran dolor o una gran emoción, por ello, sé de buena fuente que muchos mexicanos al ver la ceremonia lloraron, algunos, al reconocer que se volvía a las raíces y, otros, por el simple factor humano donde la solidaridad y la humildad de los nuestros, de nuestros abuelos y ancestros, nos llega al corazón y nos hace llorar.

Sin duda es la primera vez, en muchos años, en que no se le da reconocimiento o figura a un Tlatoani como se presentaban los presidentes anteriormente, no, ahora se reconoce a uno de ellos entre los iguales que garantiza un cambio y, bien venidos al cambio, por el bien de México. Ocupémonos, no nos preocupemos….

Sonría, son nuevos tiempos…