Masivas protestas en Chile pese a medidas anunciadas por Sebastián Piñera y haber pedido ‘perdón’

Un día después de anunciar medidas para mitigar la crisis social más grave en 30 años de democracia, el gobierno del presidente de Chile Sebastián Piñera no lograba contener el miércoles el descontento masivo.

Decenas de miles de manifestantes, alzando banderas chilenas y al grito de “¡Chile despertó!”, se congregaron en una plaza del centro tras choques con la policía.

El estallido social en las calles, alimentado inicialmente por una suba en las tarifas del Metro y que se extendió a viejas demandas por mejores condiciones de vida y en contra de la desigualdad, ha causado la muerte de al menos 18 personas, según el más reciente balance divulgado por el gobierno, mientras surgen señalamientos de presuntos abusos de derechos humanos cometidos por agentes del Estado.

La víspera, Piñera anunció una serie de medidas con leves mejoras a las pensiones e ingresos de los más pobres en un esfuerzo por frenar la crisis. Sin embargo, el miércoles se reanudaron las multitudinarias movilizaciones en el centro de la capital y otras regiones en medio de una huelga general convocada por la principal central de trabajadores.

Las Fuerzas Armadas a cargo de la seguridad de Santiago decretaron este miércoles por quinto día consecutivo un toque de queda nocturno pero adelantó dos horas el inicio de la medida frente a la jornada anterior, para hacer frente a una crisis social que no cede.

La Junta Nacional de la Defensa decretó «toque de queda en la región Metropolitana entre las 22:00 del 23 de octubre y las 04:00», del jueves, informó el Ejército en un comunicado.

Las protestas en Chile, que llevan seis días, terminaron en violencia, destrucción de estaciones del metro, incendios en edificios y saqueos en la capital y otras regiones del país.

A pesar de que Piñera pidió disculpas el martes por la noche al admitir su “falta de visión” sobre la inequidad social, el descontento no amainó.

De hecho, sindicatos y estudiantes lideraban una huelga general con marchas multitudinarias en diferentes ciudades de Chile.

La estatal Codelco, la mayor productora mundial de cobre, estaba parcialmente afectada luego de que sus trabajadores decidieran sumarse a la paralización.

«¡La huelga va»!, proclamó en sus redes sociales la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), llamando a marchar en distintas ciudades del país para un «cacerolazo» pacífico.

Analistas consideran que difícilmente el gobernante, de 69 años y en su segundo mandato logre calmar al país con sus anuncios.

En la capital, la policía lanzó agua y gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes que se acercaban a las inmediaciones del Palacio De La Moneda, la sede de la presidencia. Los manifestantes repelieron la acción lanzando piedras y otros objetos a los agentes.

“¡Piñera, renuncia!”, gritó un manifestante con el rostro cubierto con un pañuelo.

Considerado uno de los países más ricos y estables económicamente de América Latina, Chile es ahora una postal de una nación sitiada. La declaración de toque de queda para la capital y otras regiones se mantiene vigente.

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