“Necesitamos de cuatro a 12 abrazos al día para mejorar la salud”, explica la terapeuta
Abrazar podría combatir el estrés y sus efectos nocivos para la salud
De acuerdo con la terapeuta, Virginia Satir, son necesarios de cuatro a 12 abrazos diariamente para mejorar la salud.
“Necesitamos 4 abrazos al día para sobrevivir, 8 abrazos para mantenernos y 12 abrazos para crecer”, explicó la especialista conocida por crear “el modelo de proceso de cambio de Virginia Satir”, desarrollado con base en estudios clínicos.
Varios expertos en organizaciones y gerencia de cambio de la década de los 90 y los 2000, emplean este modelo para definir cómo el cambio afecta a las organizaciones.
Dicho modelo de crecimiento perseguía cuatro objetivos: aumentar la autoestima, potenciar la toma de decisiones, adoptar una personalidad responsable y lograr la autocongruencia.
Un estudio publicado por la Universidad Carnegie Mellon, en Estados Unidos descubrió que los abrazos pueden ser un método eficaz para combatir el estrés y sus efectos nocivos.
“Esto sugiere que ser abrazado por una persona de confianza puede actuar como un medio eficaz para transmitir apoyo”, expuso Sheldon Cohen, líder de la investigación y profesor de psicología.
Cohen concluyó que el efecto protector de los abrazos podría atribuirse al contacto físico en sí mismo, o a un indicador de comportamiento de apoyo e intimidad.
El profesor analizó a 404 adultos sanos, a quienes les realizaron entrevistas telefónicas durante 14 noches seguidas para conocer la frecuencia de conflictos interpersonales y abrazos. Los participantes fueron expuestos intencionalmente a un virus del resfriado común y monitoreados a lo largo de 40 días para evaluar la infección y los signos de la enfermedad.
“Sabemos que las personas que experimentan conflictos continuos con otros son menos capaces de combatir los virus del resfriado. También sabemos que las personas que informan tener apoyo social están parcialmente protegidas de los efectos del estrés”, resaltó el investigador.
De acuerdo con los resultados publicados en Psychological Science, el apoyo social percibido redujo el riesgo de infección asociado con experimentar conflictos, debido a que los abrazos fueron responsables de un tercio del efecto protector.
Asimismo entre los principales infectados, el mayor apoyo social percibido y los abrazos frecuentes, resultaron en síntomas menos graves de la enfermedad.
