En Opinión: “La calle es otra cosa y la realidad es espantosa” por Sócrates Campos Lemus

En México se desprecian y caen gordos los “pedinches”, muchos amigos les corren y no es que no quieran ser solidarios con el personaje, les molesta que en vez de resolver sus asuntos se dedique a pedir y así vemos a muchos: “pidiendo limosna para dar caridad”

         Dicen, ahora que en la tamaliza de palacio del día doce, se “asaltó a cien o más empresarios” que dieron mil quinientos millones de pesos para adquirir “cachitos” de lotería y que la ley prohíbe a los funcionarios de cualquier nivel que den “SABLAZOS”, y pues no es como muestran los críticos chingativos del presidente este momento, en realidad ha sido una “tamaliza” y en ella la reivindicación de los productos más consumidos en el país: los tamales, tanto los de chipilín que ahora se consideran productos gourmet y aumentaron en su precio, hasta las nubes y no le cobran las salsas para su consumo y los precios de los famosos, ricos, estupendos, tamales oaxaqueños. Una cosa es la tamaliza y otra distinta el sablazo clásico donde el que lo solicita se lo embolsa, y en este caso pues los recursos se destinarán a la compra de medicamentos y equipos médicos para dotar a muchos hospitales y centros de salud que tienen urgencia de los mismos, no es sablazo, es tamaliza, porque al final de cuentas los dineros no se embolsan personalmente sino que se destinan a las obras sociales. Además, el que por su gusto muere, nadie debe reclamar y pues a veces, los empresarios, que saben que mucho de lo que les sobra “se lo han robado”, pues dan algo para consolar su corazón y sus remordimientos, y esto es válido, como las limosnas cuando se “confiesan” y lo que vale y duele más no son los rezos obligados por los pecados, son los pesos salidos para calmar los ánimos y aceptar el perdón, porque al final de cuentas duele más una patada al bolsillo que a los tompiates…

         Independientemente de que el presidente se “niegue” a investigar y juzgar a los expresidentes, pues la verdad es que él mismo ha señalado que todo el tema de las corruptelas está centrado en la cúspide del poder porque lo que “hace la mano, hace la tras” y así se tendría que ver dónde andan cuando menos 544 mil millones de pesos que no se han  regularizado  en los proyectos de Peña Nieto y si con esa postura el presidente  piensa y sostiene que no  van a cocorearlo acusándole  de que existe  un “pacto de impunidad” para proteger las pillerías de los anteriores la realidad es que aunque él quiera mantener sin investigaciones y consignaciones la impunidad de los expresidentes, con petición o no del pueblo sabio, la ley está obligada a investigar y si cumple con su obligación pues tendrá que llegar al punto donde solamente muchas de las pendejadas, irregularidades o corruptelas necesitaban el permiso del presidente para realizarlas, y así éstos tienen culpas y tendrían que pagarlas, sí es que en verdad. nadie está por encima de la ley…en el presidencialismo clásico de ayer y de hoy, los colaboradores, no SE MANDAN SOLOS ,y al final de cuentas el dato es de la Secretaría de la Función Pública y si no se investiga y se castiga, pues entonces todo es un enorme cuento y un gran fraude al pueblo de México.

         El presidente podrá comentar pero no ordenar lo que se haga en el caso de la demanda popular de juzgar a los corruptos incluyendo a los que son cercanos a su dominio, por ejemplo, ahí está la impunidad de Gabino Cué y sus compadres y socios que siguen en la impunidad, no solamente en el asunto y represión de Nochixtlán sino en los enormes despojos y fraudes cometidos en contra del pueblo y las finanzas de los oaxaqueños, a los que se supone, quiere mucho el presidente.

         Claro que son tantos los agravios, saqueos, robos, mentiras al pueblo de México que no todo se puede resolver en  poco tiempo, pero no con este pretexto se debe consentir la impunidad y la injusticia, es como comentar sobre la pobreza y la desocupación por las causas que se generen cuando existen en la realidad más de 31 millones de “trabajadores” QUE VIVEN DEL COMERCIO INFORMAL, Y QUE NO NOS VENGAN EN QUE CON ESTO SE SOSTIENE LA ECONOMÍA MEXICANA, PORQUE ESE ENORME SECTOR ESTÁ EXPUESTO A LOS CHANTAJES, ROBOS Y EXPLOTACIÓN DE LOS PILLOS QUE LOS CONTROLAN. No solamente es el “derecho de piso” que les imponen los mafiosos, también son los impuestos y las cuotas que imponen la autoridades municipales o locales que son las que marcan su existencia en las calles, los que los utilizan como grupos de “choque” o como carne de manifestación o de votación y en ello no me vengan con el cuento de que esta es la práctica priista o panista, también ha sido usada por los grupos de izquierda, de donde muchos “dirigentes” han obtenido riquezas y poder, tan es así que ahora ya se sienten miembros honorarios del grupo fifí… pues también, su corazón manda y late con su sangre que también tiñe de rojo y necesitan andar bien y con dinerito para hacer política, porque saben que: “político pobre es al final de cuentas más que un pobre político” y 31 millones de jodidos que viven de lo que comercian y transan en las calles, es un enorme grupo, codiciado por los políticos y por los malvados que les explotan, imagínense que, cuando menos, en cualquier callejuela o en cualquier tianguis les obligan a vender cosas robadas, usadas, clonadas y, además, les cobran por hacerlo cuando menos cien pesos por puesto y son miles y miles de puestos, y por tanto, una enorme caja chica para usos corruptos o políticos por parte de los “dirigentes” o funcionarios en el poder, maleantes y mafiosos, que les obligan incluso a consumir sus drogas y a distribuirlas, y todo esto con balazos y no con abrazos como pregona el presidente, y si no le obedecen los malosos pues menos le obedecen sus “colaboradores” que viven a su amparo pero que lo siguen engañando de que todo está bien… la calle es otra cosa y la realidad es espantosa…