Boris Johnson habló sobre el escándalo que salpica a la Familia Real y que crece tras la detención de Ghislaine Maxwell: “Andrew tiene una historia que contar”

Gran Bretaña.-El primer ministro británico señaló que todavía no tuvo contactos por parte de la justicia de los Estados Unidos. El príncipe es uno de los más comprometidos tras el arresto de la ex de Jeffrey Epstein, de quien era muy amigo

El primer ministro Boris Johnson, Ghislaine Maxwell y su amigo, el príncipe Andrew (Infobae)

Boris Johnson se refirió hoy al escándalo que salpica a la Familia Real británica como consecuencia de los vínculos que el Príncipe Andrew, de 60 años, mantenía con el financista Jeffrey Epstein y su ex, Ghislaine Maxwell, detenida ayer en New Hampshire, Estados Unidos, bajo cargos de tráfico sexual de menores, entre otros. Consultado respecto a la posibilidad de que sea requerido por las autoridades federales norteamericanas, el primer ministro señaló que todavía no tuvo novedades al respecto y que nadie se había comunicado con su gobierno para mantenerlo al tanto.

“Es un asunto de la Familia Real”, señaló Johnson cuando se le preguntó sobre el grave escándalo que golpea al seno monárquico británico. “No se ha hecho tal acercamiento (por parte del FBI) y de lo contrario es realmente un asunto de la Familia Real. No se ha hecho tal acercamiento. Es una pregunta hipotética. Por supuesto, la ley debe cumplirse y la ley debe observarse”, dijo en declaraciones a la radio londinense LBC .

“Andrew tiene una historia que contar”, remarcó Johnson y añadió: ”Creo que las simpatías de todos están más relacionadas con las víctimas de Jeffrey Epstein, pero no esperes que comente sobre asuntos que afectan a la Familia Real”.

Fiscales de Nueva York insistieron el jueves en su deseo de entrevistar al príncipe Andrés de Gran Bretaña sobre su amistad con Jeffrey Epstein, tras el arresto y la acusación de la exnovia del financista. “Nos gustaría contar con el beneficio de su testimonio”, dijo la fiscal interina del distrito sur de Nueva York, Audrey Strauss, en conferencia de prensa. “No tengo más comentarios más allá de lo que acabo de decir, que es que nuestras puertas permanecen abiertas, como dijimos anteriormente, y le daríamos la bienvenida a que entrara y nos diera la oportunidad de escuchar su declaración”, agregó la fiscal.

Foto del jueves de Audrey Strauss, fiscal interina del Distrito Sur de Nueva York, hablando en una rueda de prensa en la que se anunciaron los cargos contra Ghislaine Maxwell (Reuters)

Una fuente cercana al príncipe dijo que sus abogados se han comunicado dos veces con el Departamento de Justicia de los Estados Unidos en el último mes. “El equipo del duque sigue desconcertado dado que nos hemos comunicado dos veces con el Departamento de Justicia en el último mes y hasta la fecha no hemos tenido respuesta”, dijo la fuente a The Guardian.

El príncipe rechazó tajantemente haber tenido relaciones sexuales con una joven de 17 años que le habría conseguido Epstein. La presunta víctima, Virginia Giuffre, asegura que fue traficada para tener sexo con Epstein y sus amigos cuando era adolescente, y contó que tuvo relaciones sexuales con el príncipe Andrew en la casa londinense de Maxwell en 2001. El segundo hijo varón de la reina Isabel II se vio obligado a abandonar sus tareas reales debido a la indignación general que provocó una entrevista que concedió a la BBC a fines de 2019 en la cual defendió su amistad con Epstein.

“He preguntado a Su Majestad (la Reina) si podía retirarme de mis actividades públicas por tiempo indefinido, y ella me ha dado su permiso”, anunció el duque de York en un comunicado emitido el 20 de noviembre pasado, cuando estalló el escándalo. Su amigo, Epstein, ya estaba muerto. Se había suicidado, aparentemente, mientras permanecía detenido en una penitenciaría de Nueva York a la espera de ser juzgado por gravísimos delitos sexuales.

El Príncipe Andrew de Gran Bretaña abandona la iglesia de Santa María la Virgen en Hillington, cerca de la finca real de Sandringham, en Norfolk, Gran Bretaña, el 19 de enero de 2020 (Reuters)

En una entrevista televisiva, Virginia Roberts volvió a decir que el príncipe la obligó a tener sexo con ella cuando era menor. La mujer, que ahora está casada y tiene el apellido Giuffre, se mantiene firme con su denuncia: “Fue un momento realmente aterrador en mi vida”.

“Él sabe lo que pasó, yo sé lo que pasó. Y solo uno de nosotros dice la verdad”, afirmó Roberts, quien aseguró que el hijo de la reina Isabel II abusó de ella en tres oportunidades, y que le fue presentada por Maxwell, la supuesta madame de Epstein, acusado de tráfico sexual. Giuffre ha afirmado en documentos judiciales que se vio obligada a tener relaciones sexuales con Andrés cuando tenía 17 años.

Giuffre dice que Epstein le condujo a tener relaciones sexuales con varios hombres poderosos, incluido Andrew.

¿Una doble vida?

Se sabe, hasta hace un tiempo el príncipe Andrew era apenas conocido por ser el hermano de Carlos de Inglaterra, por vivir de fiesta en los clubes nocturnos más exclusivos de Londres, la Costa Azul (existen decenas de fotos suyas en fiestas en Saint Tropez, siempre acompañado de alguna mujer) y el resto de Europa y por la larga lista de relaciones con mujeres hermosas que había vivido. Hasta ahí, un bon vivant que, tras separarse de su primera mujer, Sarah Ferguson (los presentó Lady Di y se casaron en 1986), había retomado la vida de los placeres mundanos.

Andrew de York -que además de padre de Eugenia y Cristina, las hijas que tuvo con Ferguson-, ostenta otros títulos: Conde de Inverness, Barón y Caballero de la Orden de la Jarretera. Sin embargo, y lejos de todo protocolo y de conservar las apariencias, no tuvo empacho en salir con una actriz de cine erótico llamada Koo Stark. Esa relación, que empezó en 1981, iba directo al altar hasta que la reina se encontró con unas fotos en topless de Koo, lo que le bajó la persiana a la historia.

Sara Ferguson, la princesa Beatrice, el príncipe Andrew y la Reina Isabel, en junio de 2004 (Shutterstock)

A Andrew siempre le gustaron las chicas hot y antes, durante y después de su matrimonio de diez años con la duquesa de York tuvo cientos de aventuras. ¿Cuándo terminaron? La Corona nunca entendió esa relación abierta y todo estalló el día que Fergie (como le decían a Ferguson) apareció fotografiada con un asesor financiero llamado John Bryan quien le hacía masajes y le daba besos en los pies sobre una hamaca paraguaya.

Eso no impidió que el príncipe siguiera de gira. Continuó su derrotero con la modelo de Playboy Angie Heverhart y hasta se dio el lujo de salir con la ex de uno de los hombres con mayor sex appeal del planeta: la modelo croata Monica Jakisik, ex novia de George Clooney. Sus compañeros del ejército británico, donde sirvió durante veinte años y del que se retiró en 2001, lo llamaban Andresito el cachondo.

Los vínculos de Andrew con el financista Epstein salieron a la luz luego de la muerte del multimillonario el 10 de agosto de 2019, quien estaba en prisión condenado por pedofilia y trata de personas. Desde entonces, pretendió dejar oculta su estrechísima relación con el magnate norteamericano. Sin embargo, las pruebas fueron concluyentes: el miembro de la monarquía inglesa habría participado de sus fiestas y orgías, algunas de ellas con menores. Al estallar el escándalo, el príncipe fue señalado como el responsable de tocar el pecho de una niña y cometer otros actos contra al menos dos víctimas en la mansión de Epstein en Manhattan, uno de los puntos donde se cometían los crímenes.

La muerte de Epstein -investigada como supuesto suicidio- ocurrió luego de que el Tribunal de Apelaciones de los Estados Unidos para el Segundo Circuito ordenara liberar las 2.000 páginas de documentos con las declaraciones y pruebas contra el financista, que pertenecían a un caso paralelo cerrado contra Ghislaine Maxwell, que trabajó supuestamente como su “reclutadora” de mujeres menores. Al ser revelado el documento, muchos nombres comenzaron a circular. Allí apareció por primera vez el de Andrés. Las luces se encendieron en el Palacio de Buckingham.

El príncipe Andrew, en el centro a la izquierda, y Ghislaine Maxwell, sosteniéndose el sombrero, a su lado. Semi tapado, Jeffrey Epstein (Shutterstock)

Al conocerse detalles de su participación en las mansiones del sexo, el Duque admitió sentirse arrepentido por haber mantenido su amistad con Epstein después de que fuera declarado culpable de delitos sexuales: “Me quedé con él y eso es … eso es … que, por así decirlo, me pateo a diario porque eso no es algo digno de un miembro de la familia real, y tratamos de mantener los más altos estándares y prácticas”, declaró el príncipe en una entrevista ofrecida a la BBC.

La deslumbrante vida de Epstein subyugó a Andrés. Se conocieron a principios de los 2000 y desde entonces forjaron una gran amistad. Autosuficiente, hecho multimillonario desde la nada misma, el norteamericano compartía con el príncipe sus helicópteros, jets, mansiones, cruceros… y, al parecer, hasta niñas menores de edad. En su mansión de Florida, donde se producían varias de las orgías que el financista organizaba, podían verse posters de adolescentes sin ropa, cuartos de masajes, juguetes sexuales… El príncipe asistió a esa casa en varias oportunidades.

Como respuesta, el británico lo invitaba a participar de banquetes menos lujuriosos y delictivos, aunque atractivos desde el punto de vista social, algo fundamental para Epstein, un hombre acusado -por si fuera poco- de ser un gran lavador de dinero. Fiestas de cumpleaños en el Castillo de Windsor, jornadas de caza en Sandringham… era parte del círculo íntimo de la realeza británica. O al menos de parte de él.

Pero el mismo duque de York comenzó a tener un nivel de gasto inverosímil para sus ingresos. ¿De dónde provenían?

Como miembro de la familia real británica, Andrew percibe un ingreso anual de 250 mil libras, unos 320 mil dólares. Eso es lo que destina la reina Isabel para su tercer hijo. A eso habrá que sumarle otras 20 mil libras (25 mil dólares) producto de la pensión por ex miembro del Ejército de la Corona. Si bien 355 mil dólares no es una cifra para nada despreciable, por el contrario, no serían suficientes para cubrir sus cuantiosos gastos. A esto habrá que sumarle las sumas por representación alrededor del mundo, más la seguridad que le era destinada.

Pero fue Epstein, de acuerdo con un artículo publicado por el diario DailyMail, quien le permitió a Andrew vivir como un verdadero aristócrata dispensador de dinero compulsivo. Sus jets, islas privadas y mansiones, estaban a su disposición. Al servicio de su majestad. Costo cero para la Corona. Incluso se cree que hacia comienzos de esta década también le dio vía libre de gastos. ¿Una chequera exclusiva para comprar lo que quisiera?

El príncipe Andrew con su hija Beatrice, su madre, la reina Isabel, su hermano el príncipe Carlos y parte de la Familia Real, en agosto de 1998 (Shutterstock)

El príncipe niega esta acusación. Durante todo ese tiempo, su “amigo” se encargaba de pagar incluso los incómodos “desarreglos” que mantenía con Ferguson, quien le reclamaba sumas de deudas millonarias y amenazaba acercarse a la prensa para hacer la vida de lujo de su ex marido un poco más miserable. Epstein se encargó de todo. Pero a diferencia del duque, Ferguson sí hizo un mea culpa cuando supo que quien había cancelado la deuda había sido un criminal condenado.

Según el DailyMail, durante sus años de amistad con Epstein, el Duque habría ganado gran parte de su dinero gracias a sus contactos y uniendo diferentes personajes del mundo financiero y político alrededor de todo el mundo. Pero los ingresos extras fueron siempre un secreto. Nadie supo oficialmente de cuánto eran las comisiones que pudo haber obtenido por sus servicios. Al parecer, jamás las reportó al fisco.

El Príncipe Andrew de Gran Bretaña deja la iglesia de Santa María la Virgen en Hillington, cerca de la finca real de Sandringham, en Norfolk, Gran Bretaña, el 19 de enero de 2020. Su amigo Jeffrey Epstein ya había muerto y él decidido apartarse de las responsabilidades monárquicas por el escándalo (Reuters)

En tanto, durante esos años de holgada vida, podía observarse a su fortuna crecer sin límites: reformas millonarias en su propiedad en Windsor Great Park con un costo de 9.600.000 dólares; su finca en Verbier, Suiza adquirida en 2014 de un valor de casi 17 millones de dólares. Allí pasa todos los años desde entonces la temporada de esquí. La mansión tiene todo lo que cualquier amante de la buena vida podría soñar. Incluso para alguien de la realeza, acostumbrado a tales comodidades.

A eso se le suman otros signos de (anti) austeridad: su Bentley verde último modelo y sus relojes de pulsera de diferentes marcas que van desde los 15 mil dólares hasta los 193 mil: Rolex, Cartier, Patek Philippe y hasta un Apple Watch de oro. Decenas de miles de libras… inexplicable con los 350 mil dólares anuales que conseguía del tesoro real.

Ahora, la detención de Maxwell pone en otra instancia esa vida de lujos del príncipe. ¿Los favores sólo se pagaban en efectivo? ¿Había algún otro tipo de transacción? Las víctimas de Epstein ya hablaron. Y señalaron al príncipe generando un nuevo y profundo dolor de cabeza para la reina.