Organización reporta baja en número de migrantes mexicanos indocumentados en EU

CDMX.-La organización civil Migration Policy Institute (MPI) corroboró que migrantes mexicanos indocumentados en Estados Unidos van a la baja, pues de 7.6 millones en 2007 disminuyó a 5.5 millones en 2018.

Durante el mismo periodo, las cifras de población migrante indocumentada proveniente de Asia y Centroamérica crecieron. En el primer caso pasó de 866 mil a 1.5 millones y en el segundo de 1.5 millones a 1.8 millones.

En su reporte de fin de año, el MPI indicó que de acuerdo con su «nueva hoja de datos» el número de migrantes indocumentados ha sido estable en la última década. Con ello «ha habido cambios notables en la composición de la población que ha experimentado una caída considerable de mexicanos junto con un aumento de las llegadas de otras regiones del mundo, especialmente Asia y Centroamérica».

El registro de la organización con sede en Washington apuntó que «en general, los investigadores de MPI encontraron que la población no autorizada se situó en 11 millones en 2018 por debajo de su máximo de 12.3 millones en 2007, pero ligeramente superior a su mínimo posterior a la recesión de 10.5 millones en 2017».

No obstante, esa reducción en la presencia del número de migrantes mexicanos en Estados Unidos «los mexicanos todavía representan 51 por ciento de todos los inmigrantes no autorizados».

Los investigadores del MPI vincularon esa reducción a «los cambios económicos y demográficos en México y el fortalecimiento de la aplicación de la ley en la frontera de los Estados Unidos».

Otros datos que maneja el registro del MPI son que México y América Central representaron 68 por ciento del total de migración indocumentada; Asia, 14 por ciento; América del Sur, siete por ciento y Europa, Canadá y Oceanía, 6 por ciento.

«Los inmigrantes no autorizados constituían 23 por ciento de la población inmigrante total en los Estados Unidos en 2018, frente a 30 por ciento justo antes del inicio de la recesión de 2008».
Según el MPI, estos cambios en las corrientes migratorias se deben, además, «a los efectos continuos de la creciente aplicación fronteriza de la administración de Trump, las restricciones de asilo y las deportaciones».

A lo anterior se le suma en 2020 «los impactos de la pandemia y la contracción económica asociada tanto en los Estados Unidos como en los países de origen; y el rumbo que la administración entrante de Biden establece para la política de inmigración de Estados Unidos».