¿Cómo funciona la tecnología de las vacunas contra COVID de ARNm, mensajero que utilizan Moderna y Pfizer/BioNTech para sus vacunas?

¿Cambian mis células? ¿Realmente funcionan contra la COVID-19? Estas y otras preguntas han surgido en los últimos meses en torno al novedoso método de creación de vacunas con ARN mensajero que utilizan Moderna y Pfizer/BioNTech para sus vacunas contra COVID, pero ¿son tan peligrosas como algunos piensan? Expertos en el tema explican cómo se crean y su funcionamiento al ingresar al cuerpo humano.

Madrid, 21 de enero (Europa Press).- Sobre la tecnología empleada para las vacunas contra COVID, el ARNmensajero o ARNm, un experto en vacunas destaca que es novedosa, se había probado previamente contra la influenza, el zika, o la rabia por ejemplo, “aunque con resultados poco concluyentes”, y nunca antes se había empleado a gran escala.

Para poder entender en qué consiste este ARNm, primero debemos partir de la idea de que todas las vacunas emplean los antígenos, que es lo que hace que las vacunas funcionen. Son los encargados de estimular en el cuerpo la generación de la respuesta inmunitaria necesaria para la protección contra la infección, según resalta la Academia Americana de Pediatría.

Los CDC de Estados Unidos indican por su parte que, para despertar la respuesta inmunitaria, muchas vacunas inyectan el germen atenuado o inactivado en nuestros organismos; cosa que no hacen estas vacunas de Pfizer-BioNtech o Moderna.

Estos nuevos medicamentos inyectan en nuestras células un mensaje genético en esa molécula de ARNm por el que “enseñan a nuestras células a producir una proteína, o incluso una porción de una proteína, que desencadena una respuesta inmunitaria dentro de nuestro organismo, y que será lo que nos protegerá de infecciones si el virus real ingresa a nuestros organismos”.

Estos nuevos medicamentos inyectan en nuestras células un mensaje genético en esa molécula de ARNm por el que “enseñan a nuestras células a producir una proteína, o incluso una porción de una proteína, que desencadena una respuesta inmunitaria dentro de nuestro organismo”. Foto: Christopher Dolan/The Times-Tribune vía AP

Según precisa el fundador de la Asociación Española de Vacunas y experto de la Agencia europea (EMA) y de Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), el doctor José A. Navarro-Alonso, pediatra y consultor honorario del área de vacunas del Ministerio de Sanidad, en el caso de las fórmulas de Pfizer y de Moderna emplean para ello, y de antígeno, a la proteína S o “spike”, que ya todos conocemos, y que es la “llave” que el coronavirus SARS-CoV-2 emplea para entrar e infectar a las células del cuerpo.

“Introducir esta proteína en el cuerpo no se puede hacer de cualquier manera y una de ellas es a través del ARN mensajero. El ARN proviene del ADN (nuestro código genético). En este caso se sintetiza un fragmento de ARNm y se inserta en él el gen que codifica esa proteína S (se configura el mensaje genético), mediante técnicas de laboratorio complejas, de forma que se crea una molécula de ARNm con el gen que codifica a la proteína S. Además, para introducirlo y que este ARN permanezca estable se emplea una cubierta de nanopartículas lipídicas, de ahí esos grados bajo cero para su conservación”, agrega.

De esta forma, según continúan los CDC norteamericanos, las vacunas de ARNm contra la COVID-19 les dan instrucciones a nuestras células para que produzcan una porción inocua de lo que se conoce como “proteína Spike”, de forma que la persona no enfermará pero sí producirá anticuerpos contra la enfermedad.

A partir de ahí, el experto de la EMA y la AEMPS indica que nuestro sistema inmunitario reconoce esa glicoproteína S como cuerpo extraño y comienza a generar una respuesta inmune y a producir anticuerpos y células T, como sucedería con una infección natural de coronavirus SARS-CoV-2.

“Al final del proceso, nuestros organismos habrán aprendido cómo protegerse contra futuras infecciones. El beneficio de las vacunas de ARNm, como el de todas las vacunas, es que las personas que se la aplican tienen protección sin correr el riesgo de sufrir consecuencias graves de contraer la COVID-19”, celebra el CDC norteamericano.

Además, desde el Instituto de Salud Global de Barcelona afirman que estas vacunas no modifican el ADN puesto que el ARN mensajero no accede al núcleo de nuestras células, de modo que no puede incorporarse al nuestro. Entre otra de sus ventajas, y frente a las vacunas clásicas, subraya que estos nuevos medicamentos son más fáciles de diseñar y no comportan el manejo de material infeccioso durante su desarrollo.

Desde el Instituto de Salud Global de Barcelona afirman que estas vacunas no modifican el ADN puesto que el ARN mensajero no accede al núcleo de nuestras células, de modo que no puede incorporarse al nuestro. Foto: Jae C. Hong, AP

EL FUTURO DE LAS VACUNAS DE ARNm

“Es posible que la tecnología de vacunas de ARNm nos permita en el futuro lograr protección para diferentes enfermedades y de esta manera reducir la cantidad de inyecciones necesarias para protegerse contra enfermedades comunes prevenibles con vacunas”, sostiene el CDC norteamericano, al tiempo que subraya que las investigaciones sobre cáncer han utilizado la tecnología de ARNm para desencadenar la respuesta del sistema inmunitario a ciertas células cancerosas específicas.

A su vez, la farmacéutica BioNTech acaba de hacer públicos los primeros datos preclínicos sobre un trabajo que demostraría la eficacia de esta tecnología a la hora de diseñar una vacuna de ARNm probada en ratones y capaz de revertir enfermedades autoinmunes como la esclerosis múltiple, una enfermedad hoy incurable, y cuyos resultados ha recogido la revista Science.

Por otro lado, el socio fundador de la Asociación Española de Vacunología considera que la gripe, con sus mutaciones anuales, podría ser también una “buena candidata” para una vacuna de ARNm que se podría producir rápidamente y a demanda. “El investigador en vacunas de ARNm, el doctor Drew Weissman, ha comentado que se publicará en breve un artículo en el que se describe una vacuna de esa plataforma, ensayada en ratones, con 20 diferentes antígenos para 20 enfermedades distintas”, recoge en la página de la Asociación Española de Vacunología.