La actriz Kate del Castillo no se presentó en el Consulado de México en Los Ángeles a comparecer por su entrevista con el capo narco Joaquín «El Chapo» Guzmán, tal como había solicitado la Procuraduría General de la República (PGR).
La PGR la había citado para el lunes, pero era una invitación a la que Del Castillo podía asistir voluntariamente, por lo que su asistencia no era obligatoria: podía negarse a declarar.
Probablemente, México le enviará una petición formal a la Justicia nortemaericana, ya que la actriz es ciudadana de Estados Unidos. En ella, le podrá mandar las preguntas que quiera hacerle, más allá de las propias que desee realizarle la fiscalía estadounidense. De sus respuestas dependerá si su destino está dentro o fuera de la cárcel, según consigna un artículo del diario mexicano El Universal.
«Kate del Castillo debe ser muy hábil en lo que responda y cómo lo responda, porque un conceptoo una apreciación que no la compremete en un país puede hacerlo en otro», explicó al citado medio un funcionario del Consulado que pidió no ser identificado.
«Kate no va a poder disuadir a la autoridad para no declarar. Un día va a tener que hacerlo porque un juez lo va a exigir», agregó.
Días atrás, Del Castillo aseguró que el Gobierno de su país la quiere «destrozar», después de que se divulgara que ayudó al actor Sean Penn a realizar una entrevista al capo Joaquín «el Chapo» Guzmán cuando el narcotraficante aún estaba prófugo.
«No tengo por qué dar explicaciones a la prensa. Que si no hablo es porque mis abogados así me lo aconsejan, ya que el Gobierno me quiere a fuerza destrozar», dijo en un mensaje enviado a la cadena estadounidense de televisión hispana Univision.
