El expresidente de Estados Unidos, Barack Obama, dijo que ciudadanos de ese país no pueden seguir a líderes que demonizan migrantes, tras ataque terrorista en El Paso, Texas.
El expresidente de Estados Unidos (EU), Barack Obama, aseguró que los ciudadanos de ese país no pueden seguir a líderes que «demonizan» a migrantes, luego del ataque terrorista de este fin de semana en El Paso, Texas.
En un mensaje publicado en su cuenta de Twitter, el exmandatario condenó la divulgación de un lenguaje discriminatorio y, aunque no mencionó de forma directa al presidente Donald Trump, consideró que es momento de emitir un mensaje público de rechazo en contra de personajes que inciten al odio.
En cuanto al fácil acceso a armas de fuego que tienen los ciudadanos estadounidenses, Obama aseguró que las muertes a consecuencia de este tipo de ataques no encuentran similitud a otro país en el mundo, por lo que se sumó a las voces que exigen una reforma integral al control de armamento.
Obama pidió atender y dar seguimiento a la masacre en El Paso como un acto terrorista. En ese sentido, alertó que el responsable pudo haberse radicalizado a través de páginas de internet con contenido dedicado a los supremacistas blancos, por lo que hizo un llamado a agencias del gobierno a identificar e inhabilitar esas plataformas.
«Así como los seguidores del ISIS y otras organizaciones terroristas, puede ser que estos individuos actúen solos, pero ha sido radicalizados por sitios de supremacistas blancos que proliferan en internet».
BARACK OBAMA.
Por su parte, el precandidato del Partido Demócrata a la Casa Blanca, Beto O’Rourke, aseguró que el discurso de Trump se ha centrado en los «peligros» que los migrantes representan para Estados Unidos, pero destacó que el pasado sábado 3 de agosto fueron las omisiones por parte del gobierno de Trump las que provocaron la muerte de 8 mexicanos en territorio estadounidense.
El también excongresista por el distrito de El Paso, aseguró que Donald Trump no es bienvenido en su ciudad y que su racismo es una invitación abierta a la violencia en contra de las minorías. O’Rourke advirtió que el discurso de odio del presidente es algo que ha mantenido desde aquel discurso inicial de su campaña en 2015, cuando calificó de «violadores y criminales» a migrantes mexicanos.
