En Opinión: “Dos años y las ambiciones adelantadas” por Sócrates Campos Lemus

¡QUE CONSTE,…SON REFLEXIONES!

         CUANDO UNO DE LOS TUYOS, DE TUS AMIGOS, DE TUS CUATES QUE BRAZO CON BRAZO TE ACOMPAÑARON EN LAS BUENAS Y LAS MALAS, MUERE, SE DUELEN LOS RECUERDOS Y SE AGITA EL CORAZÓN, SE NUBLAN LOS OJOS. Mi amigo Benito Contreras se fue en su adorado Campeche, y claro que descansa en paz, con su labor cumplida.

         Y EL DÍA 1 DE JULIO CUMPLIÓ AMLO DOS AÑOS EN EL TRIUNFO DE SU ELECCIÓN, el surami que arrasó con los partidos, con muchos “dirigentes políticos”, con lo que decía era la “mafia del poder” y se abrieron causes para cambios y Morena, su organización, la personal, la que le cobijó para esta sorpresa política, ahora se tambalea por la ambición y los desacuerdos, por las luchas internas, por los acuerdos para alcanzar por este medio, fuera del control de AMLO, los puestos y presupuesto para los que adelantan vísperas y piensan que con su control podrán tener la misma fuerza para controlar el poder en el momento en que AMLO lo deje.

         Durante 18 años se sentía tener el poder, sueños frustrados por las maniobras y los enormes intereses hasta que  se fueron dando los tiempos y las circunstancias y desde dentro se podría el sistema y sus representantes, y así surgió la indignación, el encabronamiento popular por el cinismo y el entreguismo, y los ciudadanos, entonces, voltearon por AMLO y le brindaron la confianza y el voto popular, incluso los que no creían en su causa y su movimiento y esto generó la enorme ola que lavo el chiquero de la política nacional mandando a todos al carajo, bueno, a casi todos…

         Y decimos que casi todos porque, curiosamente, nadie nos ha logrado explicar por qué en tales circunstancias y en la alegría del triunfo muchos de aquellos mafiosos del poder, ahora, no solamente siguen sino que se convierten en sus cuates y están ahí para “ayudar”, y algunos piensan que están para controlar y continuar con los viejos sistemas de usar los fondos públicos y los recursos nacionales para que sigan haciendo sus enormes negocios privados, con el cuento de que ellos invierten de esas fortunas generadas gracias a sus relaciones políticas y las concesiones de los poderosos que, al final de cuentas, son también sus socios y cómplices ,y ahí se encuentran, a su lado. No sé en verdad si él cree en ellos o simplemente los usa por un rato, y qué pasará cuando venga el rompimiento y la sinrazón y las promesas obliguen a un cambio de sistema que no convencerá a todos ellos ni a los intereses internacionales que no se pueden dejar a un lado. Los grandes intereses saben operar y cuentan con recursos financieros y operativos para mantener el poder cuando piensan que los que están administrando no son dignos de su confianza y  les entran los espíritus golpistas y las ambiciones derechistas, y esto, no lo podrán olvidar todos aquellos que hablan de revolución sin pensar en que, lo de hoy, simplemente es un cambio, y que se tiene que jugar con reglas y condiciones internacionales y nacionales, porque si olvidamos esto, podremos pensar en que como en todos los eventos del cambio en el país, los intereses internacionales y los norteamericanos en especial, son los que aceptan los cambios o dan la autorización para que se realicen o terminen con los dirigentes y los partidos, así, recordemos que al final de cuentas seguimos siendo una especie de patio trasero de los gringos y una especie de colonia y no hemos podido mantener la sana distancia ni la independencia real, digan lo que digan los acelerados. Seguramente, AMLO, lo sabe, y lo sabe tan bien que siempre “agradece las atenciones, el respeto y los apoyos del presidente norteamericano”, y todos sabemos que lo que este diga en favor o en contra sirve para mantener el equilibrio o acelerar la desestabilización del poder y las crisis.

         Claro que hay posturas dignas y valientes sin llegar  a doblegarse ni dar las pompis, por supuesto que la visita del presidente a los Estados Unidos no implica que AMLO sea entreguista, no, al contrario, esto le confirma su patriotismo y lo importante que es su paso por este espacio y momento en el país, por ello, cuando escuchamos los reclamos de los anteriores políticos que eran en realidad entreguistas y culebras de verdad sabemos que todo es un juego político para tratar de generar desconfianza entre las masas y a pesar de todo, a pesar de la crisis económica, la política, de seguridad, AMLO siguen manteniendo más del 58% de la aprobación en las mediciones de la confianza popular, por ello, mientras sostenga ese nivel de mayorías está blindado ante los ataques de sus enemigos que no pasan de andar en las protestas “sobre ruedas y mentadas de madre de claxon de carros”. Los alborotos y protestas sin sentido y agresivas solamente sirven para sacar el enojo de los encabronados con su vida pero no para hacer cambios ni “complós” ni revoluciones ni golpes de poder o de gobierno, esos cambios solamente los hacen las masas y los soldados, los cuerpos armados, y para ello, también tienen que tener el cuidado de que las masas no se reblen ni se organicen porque entonces sí que no tendrán más remedio que negociar. Ya vimos el golpismo en Bolivia por errores de la dirigencia y del hombre del poder, la confianza en su fuerza lo eliminó porque no contó con el ingrediente de que la gente, por más que se hagan bien las cosas, odia las reelecciones, y en el caso de AMLO, se le ha dado esta oportunidad a él, no a sus cuadros tan conflictivos que solamente despiertan desconfianza y temor, porque se sabe y se les nota que no tienen más que ambiciones en los puestos y presupuestos y carecen de ideales reales, solo tienen los necesarios para los discursos y la vestimenta política para estar cerca del que manda en realidad y solamente controla el poder y mantienen la fuerza real, lo demás es demagogia. Morena es sin duda AMLO, no es un movimiento real, es el movimiento personal de Andrés Manuel y esto no ha cambiado en dos años y tan es así que se van dando tumbos y generando odios internos y ambiciones reales de poder en vez de tener la convicción de que son tiempos de unidad y de pensar salir de estas crisis, para después entrar en el tema del poder, mientras tanto, con sus pleitos no apoyan, destruyen y debilitan realmente al presidente al que ya lo comienzan a golpear, no por él, sino por esos ambiciosos y acelerados que piensan en que lo que hay que hacer es pelear por la sucesión presidencial adelantada y no para consolidar lo que viene haciendo y tratando de construir el presidente…