González y Urías, los dos mexicanos que dan la Serie Mundial a los Dodgers, después de 32 años

  • Los mexicanos Urías y González son campeones de la MLB; el equipo de Los Ángeles se queda con la Serie Mundial.

De la mano del mexicano Víctor González y con cobijo de Julio Urías, los Dodgers de Los Ángeles derrotaron 3-1 a los Rays de Tampa Bay y ganaron la séptima Serie Mundial de su historia.

El nayarita guio a la novena de Los Ángeles en el Juego 6 del Clásico de Otoño y, con su brazo izquierdo, decretó el triunfo que evitó la igualada a tres victorias por bando y rompió la sequía angelina de 32 años sin título.

El hito del pitcher tricolor, sin embargo, tuvo origen en una controvertida decisión de Kevin Cash, manager de Tampa Bay, quien decidió, prematuramente, bajar de la lomita a su abridor, Blake Snell.

Éste había tenido una salida que pintaba para ser histórica; trabajó cinco entradas y un tercio, en las que recetó nueve ponches y permitió dos imparables, sin bases por bolas. Cash optó por sacarlo tras recibir el segundo hit y con el juego ganado 1-0 en el sexto rollo.

Vino entonces el desafortunado relevo de Nick Anderson. Austin Barnes, herencia de Snell, llegó a la tercera base gracias a un doble de Mookie Betts y, posteriormente, a la registradora, como resultado de un wild pitch.

La ventaja de 1-0 que había dejado en el primer inning el cubano Randy Arozarena —con su décimo cuadrangular en postemporada (extensión de su propio récord)— se había esfumado y todo estaba igualado.

Corey Seager se paró en el plato e impulsó a Betts a la registradora, ante las miradas incrédulas y furiosas de Kevin Cash y Blake Snell, respectivamente. Anderson dejó el campo, pero el fracaso estaba escrito.

Dave Roberts le quitó la pelota a Víctor González para el séptimo episodio, luego de ponchar a tres rivales y no permitir hit ni carrera en una entrada y un tercio de labor. El de Tuxpan se convirtió en el cuarto lanzador mexicano en ganar un partido de Serie Mundial.

Brusdar Graterol lo relevó, pero un imparable a su cuenta alertó a Dave Roberts y otro mexicano fue enviado al centro del diamante. Julio Urías sacó el out decisivo en la fatídica y cuidó el triunfo de su compatriota hasta el final del juego, adjudicándose el salvamento.

González y Urías se transformaron, así, en la segunda pareja de nacidos en México en levantar el trofeo del Comisionado, el más prestigioso del beisbol.

En el octavo episodio, Mookie Betts se voló la barda del Globe Life Field en Arlington, Texas, y finiquitó el primer Clásico de Otoño en territorio neutral.