* El 7 de septiembre del año pasado se dio a conocer la lapidaria advertencia del director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, al alertar que “esta no será la última pandemia”, por lo que pidió al mundo estar preparados para la próxima pandemia.
* Gran lección es entender y aceptar, con inteligencia y humildad, que a la Tercera Ola sobrevendrán otras, por lo que debemos y tenemos que recuperar como norma de vida cotidiana la responsabilidad de nuestra salud y vida, o nos contagiaremos e indefectiblemente, podemos morir.
(Con los brazos en alto clamamos al cielo por la salud de todos los enfermos y contagiados del virus de la COVID-19 y de manera especial por Horacio Sosa Villavicencio, Alberto Benítez Tiburcio, Federico Sada Solana, Enrique Castellanos Hernández y Ericel Gómez Nucamendi, entre otros muchos oaxaqueños y mexicanos)
La gran lección de vida y muerte que deben aprender quienes logren sobrevivir a la crisis humanitaria de la pandemia global de la COVID-19, sin alarmismo ni catastrofismo, es entender y aceptar que tras la Tercera Ola vendrá la Cuarta y la Quinta Ola, y quién sabe cuántas más.
Con la actitud positiva del optimismo del ser humano realista informado, debemos tener presente de manera permanente que el nuevo coronavirus SARS-CoV-2-COVID-19, no sólo llegó para quedarse, sino también para cambiarnos radicalmente la vida aparentemente normal que vivíamos.
Otra gran lección, es entender y aceptar como moraleja, con inteligencia y humildad, que debemos y tenemos que recuperar como norma de vida cotidiana, a mañana, tarde y noche, la responsabilidad del manejo de nuestra salud y vida, o nos contagiaremos con alto riesgo de morir.
En ese sentido, para hacernos responsables de nuestra salud y vida, simple y sencillamente tenemos que respetar y aplicar de manera permanente las medidas sanitarias preventivas, uso obligado y correcto de cubrebocas en público, guardar sana distancia y lavarse frecuentemente las manos.
Al estilo del axioma político: O cambiamos nuestra anormal rutina de malos hábitos de vida o la versión postmoderna de la “peste negra” con el nuevo coronavirus SARS-CoV-2-COVID-19 cambiará la vida de nuestras familias al contagiarnos y seguramente contagiarles con el alto riesgo de morir.
Aclaremos paradas. No son simples elucubraciones resultantes de un sueño de opio del columnista, sino preocupantes reflexiones producto del alud de información que a diario consumimos, a través de los medios de comunicación tradicionales, prensa, radio y televisión y los digitales emergentes.
El 7 de septiembre del año pasado se dio a conocer la lapidaria advertencia del director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, al alertar que “esta no será la última pandemia”, por lo que pidió al mundo estar preparados para la próxima pandemia.
“La historia enseña que los brotes y las pandemias son una realidad. Pero cuando llegue la próxima pandemia, el mundo debe estar preparado, más preparado que esta vez” y exhortó a los países a invertir en salud pública, ya que el mundo debe estar mejor preparado para la próxima pandemia.
El controvertido biólogo con formación en inmunología de enfermedades infecciosas, investigador de sanidad pública y político etíope, titular de la OMS, reiteradamente ha asegurado que “no existe ninguna solución milagrosa y puede que nunca la haya para el nuevo coronavirus de la COVID-19”.
El nuevo coronavirus SARS-CoV-2, responsable de la enfermedad COVID-19, avanza por todos los países del planeta sumando más de 4,3 millones de fallecidos y más de 207 millones de personas infectadas, según la evolución del número de casos y muertes en el mundo dada a conocer ayer.
Como es lógico y natural, las cosas se complican en México donde el gobierno de Morena y la 4T aseguraban tener 18 millones de vacunas anti-Covid almacenadas, sin embargo, finalmente se vieron obligados a reconocer que nadie sabe nadie supo dónde están esos millones de vacunas
Mientras funcionarios federales responden que las vacunas se perdieron el presidente Andrés Manuel López Obrador sigue pidiendo al presidente Joe Biden ayuda con dosis y el Canciller, Marcelo Ebrard, continúa de compras en el mundo para lograr la inmunización total de los mexicanos.
Según Raymundo Riva Palacio, nadie sabe en el gobierno de la 4T dónde están los 18 millones de vacunas por las que Hacienda pagó 44 mil millones de pesos sin iniciar una investigación para saber qué sucedió, deslindar responsabilidades y castigar a los culpables de esta criminal negligencia.
Pese al irresponsable manejo federal, el presidente Andrés Manuel López Obrador exige “llueve, truene o relampagueé” que 30 millone3s de niños, adolescentes y jóvenes deben regresar a clases presenciales el próximo 30 de agosto, lo que confirma su política pública de exterminio genocida.
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